Yadil Mujica: un hombre clave para el nuevo equipo Cuba

Por Alexander García

Ahora mismo, si hay una posición asegurada en el equipo Cuba rumbo al preolímpico de Florida, es la de torpedero y no hablo por Yordan Manduley ni Erisbel Arrebarruena, no; hablo por Yadil Mujica.

Desde que entro a jugar en las semifinales ante Las Tunas y en los 12 partidos que disputó en la postemporada, el matancero fue el pelotero más determinante, no solo de su equipo sino de todos los elencos inmersos en la etapa final de la Serie 60.

Ya Armando Ferrer había asegurado que Yadil iba a resolver el problema de la ausencia de Arrebarruena y entonces, buena parte de la afición comenzó a dudar, pues en verdad, Mujica no había mostrado nada de su pedigrí en la fase clasificatoria, pero el hombre se había preparado bien.

Cuando se dio la voz de ¡Play Ball!, Yadil arrancó encendido y se mostró ajustado con el madero, seguro en el campocorto, incluso cuando entra El Grillo y tiene que pasar a tercera base, lo hace como un consagrado, sacando la casta y toda su experiencia profesional, ¡triple A con los Yankees de Nueva York!, se lee y no se interioriza bien todavía, ¡triple A con los Mulos de Manhattan!

Si se analiza a cabalidad, no había un pelotero con su categoría entre los cuatro equipos que contendieron por el título, no y lo demostró, dirigiendo la bola como un maestro hacia todos los ángulos del terreno, dándole entero a los mejores del país, a Carlos Juan Viera, a Lázaro Blanco; Mujica estuvo desbordado como todo el profesional que es.

La victoria de Granma exaltó con creces la dimensión de Roel y de Raico Santos pero lo hecho por Mujica fue sensacional y sus números están ahí.

Cuando la mayoría mira a Yadir Drake, por todo el peso de sus jonrones e impulsadas, por su juego de seis jits, por su amor a la camiseta de los Cocodrilos; cuando eso pasa, la constancia y el rendimiento sostenido de Yadil Mujica se imponen por su propio peso.

Volviendo al punto inicial, luego de la forma que mostró en la postemporada, no creo que haya discusión respecto a la titularidad de Mujica como torpedero en la selección nacional, incluso, tampoco habría un utility de su nivel, ni Raúl Gonzalez ni nadie para asumir la responsabilidad y esto lo asegura mucho más en el equipo.

A sus 35 años, el oriundo del municipio Martí, puede estar viviendo su momento de gloria como deportista de alto nivel y su versatilidad tanto a la defensa como a la ofensiva lo vuelven sin dudas una pieza interesante dentro de cualquier alineación.

En este punto y salvando las distancias, pudiera afirmar incluso que un hombre con esas características no veía en una escuadra nacional desde los años de Luis Ulacia y con ese se dice todo; enhorabuena Mujica ha llegado para quedarse.

Nos vemos a la vuelta.

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