Yasiel Puig a los Dodgers: ¡LO PIDIERON LOS FANÁTICOS!

Por Jesús Alaín Fernández

Hay un viejo dicho que habla de glorias, olvidos y memorias. Es como una ley absoluta de la vida, no escrita, por lo que pasan todas las personas, recuerdos, emociones.

El 3 de junio del 2013 se inició en Chávez Ravine una historia que ha pasado por cada uno de los escalones. Nació como pasión de verano que empezó de forma vertiginosa y que ni siquiera el tiempo ha llegado a poner en su lugar.

Yassiel Puig nació el 7 de diciembre de 1990 en la central provincia de Cienfuegos. El camino desde allí hasta las Grandes Ligas fue largo, peligroso y lleno de obstáculos. Tantas fueron las veces en que el natural de Palmiras tuvo que imponerse a su entorno que sólo se puede pensar que la historia no ha terminado de escribirse.

En tres ocasiones Los Ángeles se han rendido a los pies de un jugador de béisbol hasta el punto de la obsesión. En los ochenta, la Fernandomanía (Fernando Valenzuela), en los noventa, la Nomomanía (Hideo Nomo) y en el 2013 la Puigmanía.

El jugador cubano inició la temporada en las Ligas Menores y era el plan que allí se mantuviera. Los Dodgers estuvieron acechado s  por las lesiones de sus jardineros hasta el punto de tenerlos luego de dos meses de competencia bien lejos de la cima de la división. Don Mattingly necesitó un plan B y ni él ni la gerencia jamás imaginaron lo que estaba por llegar.

Puig debutó ante los Padres de San Diego. En sus dos primeras jornadas bateó de 8-5 con dos jonrones incluidos y cinco empujadas. Su primera noche terminó con una muestra de lo que traía en su brazo para doblar a un corredor en primera luego de capturar un fly a lo profundo para el out 26 del juego.

Tras cinco partidos ya el número 66 de los Dodgers había conectado cuatro cuadrangulares y se empezaba a hablar de cosas grandes. Con solo un mes de juego hubo una extensa campaña para llevarlo al Juego de las Estrellas y quedó corto por milésimas.

Meses después se vio como su llegada al roster de Grandes Ligas marcó un punto de cambio en la franquicia que los llevó a la postemporada. Y años después casi se puede decir que marcó también un punto de cambio que ha llevado a los Dodgers de los Ángeles a nueve postemporadas consecutivas.

Se promedio de bateo en el 2013 fue de .319 con 19 jonrones y .925 de OPS. Llegó a tener votos para el Premio MVP de la temporada y solamente cedió el Novato del Año a su compatriota José Fernández.

Pero el tiempo pasó, y también pasó un “aguila” por el mar que llevó a Yasiel hasta Veracruz para la que hasta ahora ha sido su última aparición profesional. Los Rojos de Cincinnati, Indios de Cleveland, el intento frustrado con los Bravos (COVID), Toros del Este en LIDOM han sido pasos del polémico jugador que pasó de ser amado en los Ángeles a ser dejado en libertad por la gerencia.

“Si se hubiera preoucpado al menos un poco por mejorar, Puig (Yasiel) aun sería un Dodgers” le comentó una fuente cercana a la directiva de los Dodgers a “Bleacher Report” poco después de ser enviado a los Rojos, donde tampoco completó una temporada.

En una ocasión Yoelvis Leiva, ex jardinero central de los Elefantes de Cienfuegos y compañero de equipo de Puig en Series Nacionales me comentó: “Yasiel es espectacular e impredecible dentro y fuera del terreno, desde el dogout hasta la disco Benny Moré”

Pero lo que no ha pasado de moda en Los Ángeles es el amor a su estrella. Dodgers Nation es quizás el más popular y seguido espacio por los fanáticos a los “chicos de azul”. Recién hicieron una encuesta sobre que jugador de los que ya no están preferirían ver de vuelta. Los rivales de Puig eran Joc Pederson, Kike Hernández y Alex Verdugo.

Doug Mckain, uno de los presentadores del equipo, resumió: “Siempre habrá un lugar especial para Puig. Comienzo eléctrico de la carrera. La Puigmanía era algo real”

Por lo pronto “Caballo Loco” será un agente libre más en el mercado invernal. Con los temas legales resueltos el cubano intentará regresar al “Big Show” y hacerlo por la puerta grande. Las herramientas necesarias para brillar en el terreno las tiene. Responsabilidad, madurez, concentración y compromiso es todo lo que necesita mostrar para tener una nueva oportunidad.

Mi historia con Puig me obliga a no resignarme. Aprendimos a jugar en el mismo campo de béisbol en Cienfuegos y debutó en las Grandes Ligas el día en que cumplí años en aquel 2013. Solo espero que regrese a su hábitat natural, un terreno de béisbol en la MLB y que podamos volver a disfrutar allí de su pasión por el juego.

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