Por Jesús Alaín Fernández / @JesusLCA2017
En Cienfuegos una noticia se regó en la segunda quincena de diciembre en medio de una mezcla de asombro, preocupación, molestia y desconfianza. El “Grande de Rodas”, Yasmany Insua, había abandonado los entrenamientos del equipo.
En los primeros momentos la especulación y la acostumbrada falta de información rápida y veraz en medios oficiales fue combustible para todo tipo de conjeturas. Nuestro medio pudo contactar, unas horas después de la entrevista dada por Alaín Álvarez el 29 de diciembre a la emisora de Radio Local Radio Ciudad del Mar con el propio jugador, lo que nos permitió entender la situación.
En aquel momento publicamos:
“Yasmany vive en Rodas y viaja continuamente a Cienfuegos para entrenar y alistarse. Hace algún tiempo solicitó ayuda sobre este tema para poder acercarse a donde tiene su “trabajo” diario y poder entregarse de mejor manera a la preparación y competencia sin necesidad del viaje que cansa y hace perder un tiempo precioso. Recientemente se entregaron nuevamente viviendas en la provincia y su caso se mantiene archivado. Al parecer por ahí le entra el agua al coco.”
Su disciplina y compromiso con el equipo que lo vio nacer como pelotero, crecer y convertirse en un ídolo local solo podía competir con la falta de motivación y decepción sobre las promesas hechas al jugador a lo largo de los años, caídas en saco roto. Su interés por encima de todas las cosas, y lo dejó MUY CLARO, era que la situación presentada tuviera una solución y se allanara el camino a su casa sentimental, el 5 de Septiembre cienfueguero.
Entonces comentamos:
“Su intención no es para nada dejar el béisbol o buscar oportunidades en otras tierras. Su intención, según nos cuentan, es regresar al box del “5 de Septiembre” y escuchar el barritar del elefante con cada ponchado que logre, pero como dice una frase biblíca, “al cesar lo que es del cesar” y a Yasmany, lo que necesita para solucionar su situación y concentrarse en lo que sabe hacer, jugar béisbol.”
Ante tal situación pocos medios locales permanecieron inmóviles. La emisora ubicada en el hermoso malecón cienfueguero publicó posteriormente una entrevista en la voz del lanzador en la que confirmaba nuestras conjeturas. Hubo sana presión para lograr un solo objetivo, que el primer lanzador de la rotación de los Elefantes estuviera en el equipo el día inaugural lanzando pelotas al home.
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Recién se publicó la nómina de los Elefantes verdinegros de la Perla del Sur y para alegría, satisfacción y por supuesto, asombro, Yasmany Insua es el número 40 en el listado.
Nuevas promesas tienen que haber mediado, o mejor, para no permear el comentario de dudas, nuevos compromisos tienen que haberse hecho. Una vez más un hombre, o varios, empeñan una palabra y el “Grande de Rodas”, que en realidad es de un barrio en las afueras sin siquiera agua corriente, asume el reto y se subirá al montículo para escuchar el barritar del elefante tras cada lanzamiento.
Solo falta ver, y el tiempo será testigo, si las palabras no son escritas en hielo o gritadas al vacío. Por nuestra parte esperamos que más pronto que tarde un nuevo techo cobije a esa familia de la que Insua se dice orgulloso para compartir una humilde taza de café.
