Yipsi Moreno: Atletismo cubano abrió las puertas a atletas legionarios

Por Gian Franco Gil

La dirección del atletismo en Cuba, encabezada por la comisionada nacional, Yipsi Moreno, ofreció declaraciones a la prensa especializada sobre la actualidad y las contrataciones de la disciplina deportiva en la Mayor de las Antillas.

El portal digital, Cubadebate, compartió en su perfil oficial de Facebook una parte de las palabras pronunciadas por la otrora martillista del conjunto de las cuatro letras.

En el video publicado el pasado 7 de julio, la medallista olímpica comenzó su intervención con unas declaraciones muy polémica, refiriéndose a la situación económica de los deportistas profesionales, sobre todo, los que ganan elevadas sumas de dinero.

«Allí tienes que pagarlo todo; el agua, fisco (…) Dicho por ellos mismos. ¿Esos millones en cuánto se quedan? En poquitico», comenta la dirigente del deporte cubano. Entonces surge la interrogante: ¿cuántos millones ha tenido la exmartillista en sus cuentas bancarias?

La comisionada continuó: «Hemos tenido conversaciones con los entrenadores. Hay que ponerse las pilas, porque nuevos tiempos y nuevas tendencias te mueven el piso y sales de tu zona de confort. Entonces, a mis entrenadores yo les he dicho: competencia laboral. Tenemos que lograr dentro de nuestra planificación del entrenamiento deportivo que los atletas permanezcan en la élite», explicó Moreno.

En su comentario olvida que los mismos atletas a los que se quieren llevar a una élite o mantenerlos en ella carecen de los recursos materiales para realizar su trabajo. Además, tienen problemas de alimentación, las condiciones en las becas no son las mejores y su familia pasa trabajo para llevar un plato de comida a la mesa. Es difícil concentrarse cuando el principal pensamiento es poder salir del país para garantizar el futuro económico de sus seres queridos.

Con respecto al tema de los entrenadores, la situación -quizás- sea hasta más sensible. En su mayoría, los preparadores son personas que pasan los 40 años. Responsables de un núcleo familiar. No se pueden dar el lujo de soñar, de esperar un cambio. Su futuro es el presente, el día a día, y a esas alturas de la vida es difícil cambiar satisfacción personal por dinero en el bolsillo, aun más en el contexto por el que pasa Cuba.

Asimismo, con relación a sus últimas palabras expresó: «Si el entrenamiento que usted realizó en cuatro meses le alcanzó para tener buenos resultados, es que usted lo podía lograr hace tiempo. Yo estoy en el medio y tengo que tratar que los atletas compitan bajo la bandera cubana y que los entrenadores tampoco se me desmotiven», reflexionó.

El ejemplo del velocista Reynier Mena, quien fue noticia en la última semana por sus marcas 100 y 200 metros parece ser ideal para esclarecer el tema. Mena, a quien la propia Yipsi en la conferencia de prensa humilló diciendo que «es un atletas que lleva 20 años estancado en su carrera deportiva y salió legalmente del país a probar suerte con lo poquito que le queda», necesitó unos pocos meses, pero en otro país, para lograr sus mejores resultados.

Como Mena, Pedro Pablo Pichardo, Jordan Díaz, Orlando Ortega, Alexis Copello, entre otros, salieron de Cuba y lograron sus mejores resultados. Tantos ejemplos no pueden ser obra de la casualidad. Los hechos hablan por sí solos, y lo que parece estar obsoleto es el sistema de entretenimiento y competencias de Cuba.

Para cerrar y ponerle «la tapa al pomo», para mayor muestra de un discurso con poco tiempo de análisis, Moreno afirmó: «Le podemos decir que tenemos las puertas abiertas. Si lo digo es porque creo que mi superior sabe que está dentro de lo establecido. El país está trabajando para eso. Si Mena mañana viene y quiere correr por Cuba no creo que haya ningún problema, el no desertó ni ha hablado mal de país».

De penoso se puede calificar ese comentario. Vergüenza debería darle a las autoridades del deporte en Cuba aceptar o rechazar a un jugador por sus ideas políticas. Por hablar mal o bien de un sistema, cuando la única variable para escoger los atletas debería ser su rendimiento. Eso sin abordar el tema de la devoción ante los «superiores», los mismos que controlan cada movimiento, porque para nadie es un secreto que el sistema de dirección es vertical, bajo la más estricta premisa militar de «las órdenes se cumplen y luego se discuten». Lo peor es que – casi siempre- quien dicta las órdenes desconoce las situaciones y el contexto.

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