Por Aliet Arzola Lima
El basquetbolista villaclareño Ysmael Romero quería jugar nuevamente en Cuba. Desde hace algunas semanas, la emoción y la ansiedad marcaban el día a día del pivot, ante la oportunidad de regresar a su tierra para buscar encestes frente a su familia y un sector de la fanaticada antillana que ha seguido su progresión más allá de las fronteras de la Isla desde que se quedó en Puerto Rico hace un década.
El duelo de la ventana de clasificación mundialista entre Cuba y Puerto Rico le abría las puertas a Romero para volver, aunque fuera con la camiseta boricua, el país donde se nacionalizó hace solo unos meses. Sin embargo, muy a su pesar, dificultades burocráticas impidieron su viaje a La Habana.
“Lamentamos mucho la situación. A pesar de todos los esfuerzos que hicimos en la Federación de Baloncesto de Puerto Rico (FBPUR) para gestionarle el pasaporte cubano, finalmente no llegó a tiempo por lo que no podrá viajar con el equipo a Cuba”, informó el pasado viernes el ente réctor del deporte ráfaga en el país boricua.
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En un comunicado muy explícito, Yum Ramos, presidente de la FBPUR, aseguró que se enviaron misivas a la Federación de baloncesto de Cuba y la Embajada cubana en Washington, pero finalmente Ysmael Romero no pudo obtener en tiempo su pasaporte, documento que las autoridades de la Isla exigen a todo ciudadano nacido en el país para poder ingresar al territorio nacional, independientemente de que haya residido fuera durante un período de tiempo y que tenga pasaporte extranjero.
Todas estas declaraciones indicaban que existieron trabas burocráticas de la parte cubana, pero el propio jugador se ha encargado de aclarar el asunto a través de una concisa declaración en Twitter.
“Quiero aclarar que el consulado cubano me brindó variantes para mi entrada a Cuba, en ningún momento me negaron la entrada a mi país, simplemente tuve una situación con la agencia donde solicité mi pasaporte”, indicó Romero, quien pidió a los medios que no publicaran información sin conocer detalles del asunto.
“DETÉNGANSE, porque realmente Cuba, el Inder, la oficina consular en Estados Unidos dieron un paso al frente para ayudarme”, precisó el villaclareño, quien tuvo que vivir desde la distancia la victoria (65-62) de su equipo sobre el quinteto de la Isla.
— Ysmael Romero (@TheCubanazo) February 28, 2022
Esta hubiera sido la segunda presentación del pívot frente a la escuadra cubana, a la cual castigó en noviembre del 2021 durante la anterior ventana de clasificación mundialista, con registro de 18 puntos, ocho rebotes, tres robos y un bloqueo. Pero la gran meta de Romero era repetir ese performance frente a la afición antillana y frente a su familia en La Habana.
Sin embargo, un trámite burocrático y una regla absurda (así consideramos el hecho de que los ciudadanos cubanos tengan que entrar al país con su pasaporte cubano y no lo puedan hacer con el pasaporte visado de otro país) le han impedido jugar contra su gente, sueño que tendrá que esperar para cumplirlo.
Debemos recordar que Ysmael Romero se quedó en Puerto Rico en el 2012 y pidió asilo político, tras competir en el Centrobasket celebrado en San Juan. Por espacio de ocho años no volvió a pisar su tierra natal, cumpliendo con el castigo que impone Cuba a las personas que abandonan delegaciones oficiales en eventos internacionales.
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A partir de esa decisión, intentó abrirse paso en el universo profesional con experiencias en clubes de Israel, México, Argentina y el propio Puerto Rico, donde ha brillado con los Atléticos de San Germán (fue Novato del Año en el 2016), los Vaqueros de Bayamón y el Real Estelí, equipo en el que milita actualmente.
“El Cubanazo”, como le conocen en el mundo del baloncesto, forma parte de la selección nacional de Puerto Rico desde el pasado año, cuando las autoridades boricuas iniciaron el proceso para el cambio de su nacionalidad deportiva, la cual fue aprobada por la FIBA.
