En la peor campaña ofensiva de su carrera y primera en un equipo que no sea Chicago White Sox, José Abreu logró una cifra que lo ha venido acompañando a lo largo de toda su trayectoria en la pelota.
A pesar de que su punto más fuerte es el bateo de largo alcance y la producción de carrera, no se puede olvidar que el nacido en Cienfuegos siempre ha sido un bateador de altos promedios.
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No es casualidad que en siete de sus 10 temporadas haya logrado averages superiores a .280, de ellas, seis sobre .290 y en cuatro superó la barrera de los .300, alcanzando un promedio de por vida de .287.
En esta línea de análisis es fácil determinar que siempre ha alcanzado buenas cifras de indiscutibles, tanto así que su promedio por cada 162 partidos es de 140, logrando la centena en cada una de sus temporadas completas.
Sólo en una oportunidad, en la campaña recortada del 2020 (60 juegos), no llegó a los 100 imparables. Pero en esa ocasión logró su único liderato en ese renglón con 76. Además comandó las empujadas (60) y el slugging (.617), llevándose el bate de plata y el premio MVP.
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En el resto de sus campañas ha superado con facilidad los 100 imparables, incluso, en seis de ellas por encima de 150 y en cuatro con más de 180, con una marca personal de 189 en el 2017.
Este año logró el hit 100 en su último partido jugado, el pasado miércoles 23 de agosto ante Boston Red Sox. El batazo fue su doblete 17 del año con el que remolcó su carrera 57 en 2023.
Abreu exhibe la línea ofensiva más pobre de su carrera (.234/.290/.343/.633) (AVE/OBP/SLG/OPS).