Miami Marlins desataron todo el poder de su ofensiva ante los lanzadores de los St. Louis Cardinals y el cubano Jorge Soler no se quedó atrás.
Soler venía de una cadena de seis partidos en los que no había podido conectar más de un imparable. Acumulando un pobre bateo de .130 (23-3) en ese lapso.
El recientemente elegido por primera vez como parte del Juego de las Estrellas arrancó con todo. Pegó su doblete 16 de la temporada luego de impactar la pelota a 111.5 MPH y que ésta recorriera una distancia de 255 pies por el mismo jardín central.
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Con ese batazo llevó a tercera a Luis Arráez y luego ambos anotarían por cuadrangular del dominicano Jesús Sánchez. Una entrada más tarde se fue por a vía de los strikes (ponche 79 en 83 partidos) y luego, en el cuarto, negoció boleto (41) para llenar las bases y luego volver a pisar la goma por sencillo de Garrett Cooper.
Abrió el sexto con cohete al left-center field y bajando la séptima, ya con la pizarra 8×0, pegó su tercer imparable del choque. El batazo caminó hasta casi los 300 pies por el center field y su velocidad de salida fue de 106.8 MPH. Las dimensiones de la conexión le permitió a Dane Myers y a Luis Arráez, que corrían en segunda y primera respectivamente, anotar sin dificultades.
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Extraordinarios números dejó Jorge Soler en el juego
Para Jorge Soler fueron sus empujadas 48 y 49 del año, líder del equipo. Además, llegó a 17 dobles y 39 extrabases y dejó su línea ofensiva en .248/.345/.523/.868 (AVE/OBP/SLG/OPS). Con las tres anotadas en el choque llegó a 48, con 75 imparables en 302 turnos.
Como dato curioso, los tres imparables de Soler tuvieron velocidades de salida superior a las 100 millas por hora. El primer doble, a 111.5, el sencillo del sexto a 111.2 y el segundo tubey a 106.8 MPH. Toda una exhibición de potencia en el golpeo de la pelota.