4 grandes del béisbol cubano y la condena al silencio de sus mejores generaciones

Por Alexander García      Al comienzo fueron luz hasta casi cegar; luego cegaron y fueron lo máximo; después así, como en un hechizo, desaparecieron. Lo cierto es que de los cuatro grandes equipos en la pelota cubana, solo va quedando el nombre; son los cuatro grandes, no hay dudas, Industriales, Santiago de Cuba, Pinar del Río y […]

Por Alexander García  

   Al comienzo fueron luz hasta casi cegar; luego cegaron y fueron lo máximo; después así, como en un hechizo, desaparecieron. Lo cierto es que de los cuatro grandes equipos en la pelota cubana, solo va quedando el nombre; son los cuatro grandes, no hay dudas, Industriales, Santiago de Cuba, Pinar del Río y Villa Clara pero desde hace rato que viven en la burbuja que el oprobioso oportunismo nos pretende sumir. 

   Cuando en el contexto beisbolero actual, Cuba se debate entre la anquilosada mentalidad de los años 70 y la modernidad que impone la lógica de los tiempos actuales, digo; entre dogmatismos, censura, esquematismos, mal hacer y el desarrollo tecnológico junto a la profesionalización del  béisbol en todos sus apéndices por otro lado; cuando eso sucede, una maquillada propaganda busca solventar la crisis haciendo y deshaciendo a su antojo, pues el vacío informativo respecto a elencos de estas provincias que marcaron pautas en respectivas épocas ahonda más en el bache de la desmemoria. 

   Para reflexionar un poco pondré ejemplos e intentaré referenciar sobre lo que aquí se plantea poniendo como punto de partida la maquinaria naranja que formó el mítico Pedro Jova allá en los 90. 

   Desde 1992 y hasta 1997, este equipo estuvo presente en cinco finales, ganando tres de ellas y perdiendo dos, imponiendo un sello que no se veía desde los años de Ramón Carneado al frente de Industriales, en el mismo comienzo de los torneos nacionales. 

   Aquel fue un elenco colmado de gloria y al encumbramiento de hombres como Ariel Pestano, la censura se impone sobre otros como el mismísimo Jova y Eduardo Paret, pues tal parece los sucesos ocurridos alrededor de supuestas llamadas y favores del “desertor”, Rolando Arrojo, hecho que en su momento costo sanción, aquello parece no haber sido olvidado y la categoría de “parias” caen sobre los otrora torpederos. 

   Si a esto sumamos que además de Rolando Arrojo, también Jorge Luis Toca abandonó el país en esos años, señores, los elementos sobran para ocultar de la palestra a aquella generación, más cuando un chico mimado como Víctor Mesa dejó a los del poder con la bola en la mano. 

Pinar del Río 

   De igual modo, los elencos pinareños de mediados y finales de los años 90, brillaron con categoría en lo que fue para muchos entendidos, la mejor época de la pelota antillana. 

   Los vueltabajeros ganaron en 1997 y 1998, para luego caer en 2000 y 2001 ante la Aplanadora de Santiago de Cuba. 

   Los nombres de Pedro Luis Lazo, José Ariel Conteras y Omar Linares, marcan la pauta respecto a la grandeza de aquella selección, pero también hubo otros estelares que mostraron su valía con creces, como Yobal Dueñas, Faustino Corrales, Omar Ajete, Daniel Lazo, Juan Carlos Linares y Lázaro Arturo Castro. 

   La “deserción” de hombres como Conteras y Yobal, aunado a la mala voluntad existente contra la figura de Alfonso Urquiola, han hecho sucumbir a buena parte de aquella pléyade de peloteros. 

Santiago de Cuba 

   Este sea quizás el caso más ignominioso de todos, si al equipo que ganó tres campeonatos consecutivos desde 1999 se le ha relegado a la papelera de reciclaje, no se podía esperar nada mejor para la otra versión ganadora de Santiago, la que comenzó ganando con Antonio Pacheco en 2005 frente a La Habana. 

   A pesar de que Higinio Vélez escaló a los planos estelares que hoy ostenta gracias a sus resultados con aquel elenco emblemático, la “traición” de hombres como el ya mencionado Pacheco y otros como Gabriel Pierre, le da el pie forzado a los regionalistas y oportunistas de siempre para hacer sucumbir a aquella maquinaria. 

   Por su parte el caso de la segunda versión de la Aplanadora, la dirigida por Pacheco, no cuenta con el visto bueno de los “cuadros” que rigen los hilos informativos en este país, pues al mismo caso del Capitan de Capitanes se le suman los de jugadores como Rodney Mustelier, Héctor Olivera, José Julio Ruiz y Reinier Roibal, por solo citar algunos, todos silenciados por haber querido probar su calidad a otro nivel. Ya saben… 

Industriales 

   Aunque parezca mentira y a pesar de que sigue siendo el equipo “privilegiado”, el más poderoso de nuestra pelota, hasta la nave azul ha caído en el “bache”, pues si miramos a aquella generación ganadora en 2003, 2004 y 2006, bajo las riendas de Rey Vicente Anglada, si miramos hacia allá, nos podremos percatar que de ellos casi ni se habla en los espacios informativos, a veces de manera solapada, en pocas ocasiones con someros análisis sobre un jugador X o un suceso Y. 

   Desde Kendrys Morales, pasando por Bárbaro Cañizares, Deinis Suarez, Amaury Sanit, Hassan Pena y Yadel Martí, aquellos peloteros, hoy satanizados, tal parece que nunca pisaron los diamantes beisboleros en Cuba. 

   Estimados lectores, en este punto, al día de hoy, no hay dudas que hablamos de los equipos emblemáticos de la pelota cubana y a pesar de los pesares siguen ahí pero ya ven, aunque no lo parezca todo tiene su excepción, pues en cada caso, una generación de excelentes jugadores parece quedar supeditada a las intermitencias del tiempo, ¿qué cree? 

   Nos vemos a la vuelta.

https://www.youtube.com/watch?v=otGyYWo30Xk

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