Yuli Gurriel fue un verdadero castigador en el estadio Coors Field de la ciudad de Denver, en Colorado. Su rendimiento ofensivo ante los Rockies fue espectacular, siendo una tarea prácticamente imposible ponerle out.
Durante el último encuentro su bateo no quedó atrás. Si bien fue el choque en el que menos hits conectó, también es importante resaltar que los dos imparables los dio en momentos importantes, además, ambos fueron extrabases y sirvieron para fabricar carreras.
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El primero de ellos fue un triple remolcador de Jorge Soler, quien anotó desde primera base. El batazo fue su segundo de tres bases en la campaña y constituyó récord personal.
El segundo fue un rolling entre tercera y short que se convirtió en doblete cuando el torpedero de los Rockies, Ezequiel Tovar, desvió la pelota sin intención y la mandó a la zona corta del jardín central. Gurriel le puso piernas al asunto y llegó hasta segunda base.
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Minutos después «La Piña» fue remolcado por Garrett Cooper, quien salió de emergente en el noveno y disparó un cuadrangular que emparejó el marcador momentáneamente.
El inicialista cubano también recibió un boleto y en total, durante los tres desafíos que disputó en Denver, conectó de 12-9, pegó un doble y dos triples como extrabases, empujó dos y anotó tres, se apuntó una base robada y recibió una base por bolas.
Tras destrozar el pitcheo de los Rockies, Yuli aumentó su promedio en 57 puntos, entrando al juego del pasado martes en .242 y terminando a las puertas de los .300, en .299.
El espirituano dejó su línea ofensiva en .299/.342/.458/.800 (AVE/OBP/SLG/OPS). Suma nueve extrabases (cuatro dobles, dos triples y tres jonrones), 11 empujadas, 11 anotadas, siete boletos y 11 ponches.
Por si todo esto fuera poco, Gurriel quedó a dos imparables de alcanzar la cifra de 900 y a 4 impulsadas de llegar a las 450 en su carrera en Grandes Ligas.
