Lineup de Yankees tras fecha límite de cambios: ¿Vergonzoso o esperanzador?

Adrián Bonilla

MLB

¿Dónde quedó el compromiso en New York Yankees?

¿Dónde quedó el compromiso en New York Yankees?

Mientras equipos como Dodgers, Astros y Phillies metieron el acelerador y sacaron la chequera para reforzar sus filas con talentos de calidad élite, New York Yankees parecen haber tomado otro camino este 31 de julio. Uno más conservador y que en pleno 2025, luce tan desconectado del contexto competitivo como lo está su ofensiva sin Aaron Judge.

El movimiento de mayor peso fue la llegada del infielder Ryan McMahon, procedente de Colorado Rockies. Un jugador versátil, con capacidad defensiva y cierto poder ocasional, pero que no resuelve ninguna urgencia real para un equipo que necesitaba bateadores sólidos, poder y liderazgo. A McMahon se suman Amed Rosario, utility de recorrido pero con un presente que no intimida a nadie, Austin Slater, jardinero con rol de banca que apenas llega para tapar huecos más que para inspirar esperanza y José Caballero, el colíder en bases robadas en todo el beisbol. Además de los lanzadores David Bednar y Camilo Doval.

El resultado de este mercado no es otro que un lineup mediocre, con más preguntas que certezas. Cuando los fanáticos esperaban un movimiento de calidad que reviviera al equipo tras la baja de Judge, la oficina de Brian Cashman respondió con piezas de segunda línea. Y lo más preocupante no es lo que trajeron, sino lo que dejaron de buscar, un bateador zurdo de poder, profundidad para la rotación y sobre todo una declaración de intenciones que dijera «vamos por todo». Esa frase nunca se escuchó, solamente retumbó la decepción.

¿Dónde quedó el compromiso en New York Yankees?

El mayor síntoma de rendición no está en los movimientos discretos del deadline de New York Yankees, sino en la actitud que los acompaña. Aaron Judge está fuera por lesión, sin una fecha clara de regreso (Primera quincena de agosto tentativa).

Y en vez de cubrir su ausencia con un golpe sólido a la mesa, Yankees parece haber aceptado que la temporada, si no está perdida, al menos está a razón de Dios. Y eso, en el Bronx, pesa como una derrota sobre la afición más laureada de la historia.

¿Puede este lineup competir?

Técnicamente sí. McMahon puede aportar defensa sólida y un bate medio decente entre las decepciones. Rosario puede cubrir varias posiciones y Slater es útil ante zurdos. Pero esto no es Colorado, no es Miami, no es Oakland. Esto son Yankees. Y en Nueva York, lo «decente» no es suficiente. El mercado de cambios era el momento de mandar un mensaje al clubhouse y a la afición. En cambio, el mensaje fue confuso, tímido y decepcionante.

En resumen, más que vergonzoso, el resultado del deadline para Yankees es desalentador. No hicieron el ridículo, pero tampoco estuvieron a la altura del estándar que exige esta franquicia. Con Red Sox y Blue Jays compitiendo fuerte, y equipos como Seattle y Houston reforzándose con claridad, los neoyorquinos se aferran a la buena del destino.

Durante otro año, este tipo de mercado sería tolerable. En este, sin Judge, con la ofensiva apagada y sin señales de vida, la falta de ambición se siente como una renuncia disimulada. El lineup posterior al 31 de julio no da miedo. Y eso, para los rivales, es la mejor noticia posible.

«Sé que hoy somos mejores que ayer, así que misión cumplida», así cerró Cashman el trade deadline… Saque usted sus propias conclusiones.

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