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El silencio mediático que envuelve en el presente a los boxeadores cubanos Billy Rodríguez y Damián Lescaille no es para nada un sinónimo de la mejoría de sus complejas situaciones personales. Por el contrario, ambos deportistas continúan en prisión y el futuro sigue siendo una incógnita para este dúo de pugilistas.
Los seguidores del deporte cubano recordarán el revuelo que se originó el pasado 10 de agosto, cuando Billy Rodríguez fue arrestado en Estados Unidos por el personal de ICE, después de un pequeño accidente que sufrió contra un poste.
Tensa situación judicial de dos boxeadores cubanos
De inmediato el asunto escaló en su gravedad y la opción de deportación a la Mayor de las Antillas apareció como una posibilidad latente. Pero, este hecho sería un riesgo enorme para el peleador, pues este abandonó una delegación cubana en el extranjero y recibió la repulsa del oficialismo.
Lescaille, por su parte, fue uno de los boxeadores cubanos que irrumpió en el profesionalismo por la puerta ancha, ya que cosechó seis éxitos sin derrotas en su faena. No obstante, en la jornada del 30 de agosto resultó apresado, bajo dos cargos de posesión de una sustancia controlada (categorías III, IV o V).
El camagüeyano recibió una grave acusación y su permanencia en las competencias está en dudas. La dimensión de las restricciones pueden tener un peso tan enorme que la marginación de la vida activa como atleta está en el diapasón de las posibilidades.
Cero acción de apoyo y camaradería
Sin embargo, en medio de todas estas dificultades algo llamó poderosamente la atención. Se trató del mutismo de los compatriotas de los afectados, pues casi ninguno alzó su voz para ofrecer algún tipo de ayuda a estos. La página especializada Boxeo Cubano hizo alusión a este incomprensible panorama.
«Me preocupa, y mucho, el silencio total que existe entre los propios boxeadores y sus equipos respecto a los casos de Billy Rodríguez y Damián Lescaille. Revisen sus páginas sociales y verán que algunos de los más allegados no han dicho ni pío al respecto. La excusa, me imagino, es la misma que me daban a mí cuando entrevistaba atletas y magnates: “es mejor no decir nada”, señaló la mencionada fuente.
«Pero callar solo ayuda a que todo se olvide más rápido. Y entre más rápido se olviden a estos dos muchachos, menos se cuestionará a quienes los dejaron a un lado en el momento en que los mismos se encontraron en problemas», recordó Boxeo Cubano.
En medio de una inacción generalizada siguió su curso la historia de Billy Rodríguez y Damián Lescaille. En el instante que más se necesitan manos amigas, muchos voltearon sus miradas hacia otro sitio.
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Cronista del Universo Atlético y Analista de Béisbol con experiencia en varios sitios web. Licenciado en Cultura Física con 17 años como entrenador deportivo. Desde marzo de 2023, miembro del equipo editorial de Swing Completo para la cobertura de Grandes Ligas y Pelota Cubana.