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Este 30 de septiembre se llevó a cabo el primer encuentro de la Serie de Comodín entre Cleveland Guardians y Detroit Tigers, siendo un escenario ya conocido para Javier Báez, quien se ha acostumbrado a lo largo de su carrera a estar presente en Postemporada.
El estelar pelotero boricua ya sabe muy bien lo que se vive en la «Fiesta de Octubre», dado que se desempeñó en esta instancia durante cinco ediciones con Chicago Cubs, ganando la histórica Serie Mundial de 2016, aunque por primera vez actuará con el uniforme felino.
El boricua inició con enfoque la Postemporada
Fue un inicio estelar para el «Mago«, que fungió como noveno bate y campocorto en el lineup dispuesto por el manager AJ Hinch, el cual le ha brindado la confianza desde el primer día de la temporada, utilizándolo en varias posiciones, tanto del infield como en el jardín central, sector del terreno de juego donde lució en los primeros compases del año.
Javier Baez esperó bastante para comparecer ofensivamente, ya que lo hizo recién en el comienzo del tercer inning, con el juego 1×0 a favor de Detroit Tigers. Allí, estando en 0-1 ante los envíos del abridor Gavin Williams, inició la entrada descifrando una recta a 96 millas por hora, dándole en zona buena con dirección al center field para así colocarse en circulación.
Sin embargo, el puertorriqueño no contó con el apoyo ofensivo necesario de sus compañeros para pasar por la registradora, por lo que la pizarra se mantuvo igual.
Javier Báez a la caza de Roberto Clemente
Más tarde, en el quinto, Javier Báez nuevamente se paró en la caja de bateo para tener otro careo contra Williams, quien buscaba revancha, pero no la consiguió, pese a medirse contra él teniendo las bases limpias y dos outs en la pizarra.
El pelotero boricua sorprendió al abridor de Cleveland Guardians, haciéndole swing al primer pitcheo, sin importarle que fuese otra recta alta a 96 millas por hora. La única diferencia es que en esta oportunidad la depositó a 211 pies por el jardín derecho.
Aunque su conexión no tuvo premio ni incidencia directa en el marcador, le sirvió al infielder para seguir incrementando su legado en Postemporada, pues llegó a 29 imparables conectados en 37 juegos. Con esta cifra escaló par de puestos entre los peloteros boricuas en MLB que se han desempeñado en esta instancia.
El campocorto de 32 años de edad se sitúa en el lugar 15, igualado con Mike Lowell y Eddie Rosario, poniéndose a nada más que uno de emular lo hecho por Martín Maldonado (30), sin perder de vista la marca de Roberto Clemente (34).
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Analista deportivo especializado en béisbol venezolano. Egresado de la Universidad Santa María, Anzoátegui. Mi experiencia en la industria deportiva, combinada con mi pasión por el béisbol, me permite ofrecer análisis detallados y escritos de calidad sobre la pelota venezolana.