Hay peloteros que nacieron para imponer su talento en momentos complicados, cuando su equipo los necesita. En ese listado el dominicano Jose Siri es de obligada referencia.
La jornada del sábado 2 de septiembre en MLB acogió entre sus momentos cumbres lo ocurrido en el desafío entre Tampa Bay Rays y Cleveland Guardians.
El sexto capítulo en su parte alta llegó con un empate a cuatro carreras por bando, pero le tocó el turno a la ofensiva a Jose Siri.
Nick Sandlin, como lanzador relevista, intentó mantener el abrazo momentáneo, para dar oportunidad a su ofensiva de propinar la estocada final.
Jose Siri sabía la importancia de su turno al bate, pues él podía encender la rebelión que le ofreciera a su franquicia otra importante victoria.
El quisqueyano se colocó en conteo de un strike sin bolas, en espera del próximo envío.
Jose Siri demostró oportunidad
Un rompimiento a 78 millas en la zona interior fue un auténtico manjar para Siri, quien con un efectivo swing, mandó la pelota a volar bien lejos por el jardín izquierdo.
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Nadie se movió, el destino de la pelota era más que previsible y la ventaja para Tampa Bay Rays se hizo presente en el cotejo.
Los aficionados de Cleveland Guardians vieron en el graderío como la conexión de Siri los visitó, lo que borró la sonrisa de sus rostros.
La esférica voló hasta los 422 pies a una velocidad de 106.3 millas por hora.
El hijo de República Dominicana alcanzó de esta forma su bambinazo número 25 en la actual contienda de MLB, mientras que sumó su impulsada 55.
Tampa Bay Rays marcha en el segundo lugar de la División Este de la Liga Americana, con balance de 82 juegos ganados y 53 derrotas, en plena batalla por arribar a los playoffs.
Un bateador que aparezca cuando todo parece perdido es muy valorado. Jose Siri dio en el juego frente a Cleveland una muestra más que su pulso no tiembla en un instante «clutch».