Un jugador diferente se robó la admiración y el asombro de aficionados y expertos desde su irrupción en la MLB: Shohei Ohtani.
Desde el montículo el atleta es un as, con rectas de 100 millas por hora y un comando exacto de sus lanzamientos, que lo hacen casi imbateable, pero esta no es su única habilidad.
Un bateo desaforado es otra de las virtudes del portento asiático, convirtiéndolo en un verdadero azote para los lanzadores contrarios.
Una muestra de la ofensiva sin igual de «ShowTime» tuvo lugar en la jornada del miércoles, cuando conectó su cuadrangular número 44 de la temporada en MLB, para de esta forma tomar la delantera en esta estadística de poder, en una cerrada lucha con Matt Olson.
El escenario de su batazo de cuatro bases fue el juego entre las novenas Los Angeles Angels y Cincinatti Reds. Sin embargo, nadie avizoraba que tan temprano en el desafío ocurriría algo extraordinario.
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No hubo que esperar mucho para ser testigos de un pedazo de la historia que va construyendo «ShowTime», pues nos regaló su bambinazo en el inning de apertura.
Shohei Ohtani no perdonó
El serpentinero zurdo Andrew Abbott fue la presa del nipón. Shohei consumió su turno al bate con su compañero Luis Rengifo en la primera almohadilla producto de un boleto.
Un lanzamiento a 93 millas al mismo centro del home plate no iba a quedar a salvo del japonés, quien aprovechó ese manjar y descargó toda la potencia que posee en un efectivo swing.
La pelota salió en busca del graderío del jardín derecho a 115.7 MPH, con etiqueta de cuadrangular desde el mismo momento del contacto con el bate. El defensor del right field ni siquiera se inmutó.
Un momento digno de admiración tuvo lugar en ese instante: los aficionados de Cincinnati Reds aplaudieron a Ohtani, como muestra de respeto a un gran rival.
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El inmenso batazo sirvió para impulsar las carreras 90 y 91 del japonés, para sobrepasar a Ozzie Albies y acercarse peligrosamente al cubano Adolis García, quien posee 93 remolques.
En esta campaña de Grandes Ligas el de la Tierra del Sol Naciente es una de las figuras más icónicas, presentando un promedio ofensivo de .305, con los ya mencionados 44 jonrones.
Shohei Ohtani apunta a un año para la eternidad. ¿Podrá romper el récord de la Liga Americana de 62 bambinazos de Aaron Judge? Por lo pronto ha tomado la delantera entre los máximos productores de conexiones de vuelacercas.