A gradas vacias: La VI Serie Nacional de Béisbol Sub 23 suena a ecos, solo ecos

Por Alexander García Milián Un estadio casi vacío, otro vacío, cinco personas, diez, quince en otro terreno, el Latino, el Huelga, el Capitán San Luis, el Van Troi; los maniseros poniéndose las botas, a veces lloran, no hay gente para vender el maní… Sale entonces inmensa, colosal la imagen del Calixto García en Holguín, en […]

Por Alexander García Milián

Un estadio casi vacío, otro vacío, cinco personas, diez, quince en otro terreno, el Latino, el Huelga, el Capitán San Luis, el Van Troi; los maniseros poniéndose las botas, a veces lloran, no hay gente para vender el maní… Sale entonces inmensa, colosal la imagen del Calixto García en Holguín, en un plano general, bueno, en varios  solo ve soledad, tres gatos por el banco de tercera, dos por el de primera, no es palabrería, es la realidad.

Ya al comenzar las cuartas subserie de este raquítico campeonato, las caras largas que parecen no irse nunca, las de todos, peloteros, entrenadores, árbitros, esas caras hablan por sí solas; el manager de Artemisa en la segunda subserie dándose como eliminado aun con más de treinta juegos por celebrar- El favorito es Pinar del Río- expresó… es un drama sin final, suspenso total; Von Trier, Hitchcock…

Vuelven otra vez, planos generales, planos medios, paneos, la televisión ayer nos mostraba de nuevo las penurias de la Serie; un Santiago casi ahogado, tratando de boquear y salir- ya no están Gibert, Colas ni Bartelemy- un Holguín con la estamina en cincuenta por ciento, sorteando el camino sin dificultad; suben, bajan, toca fondo la mediocridad, Santiago saca la casta.

No parte de mi subjetividad hablar sobre el desgano y la tirantez con la que esos muchachos salen al terreno; ayer en total complicidad, el juego entre Holguín y Santiago, mostró los pálidos matices de un evento que pretende ser la meca pero hasta ahora… nada.

Ahora los equipos se ven por segunda vez y amén de que el pitcheo ni por asomo ha estado decente, los bates estoy seguro seguirán sonando y Otoniel González y Daniel López seguirán haciendo de las suyas.

Si en materia de estadísticas hacemos pausa, el fildeo para poco más de 950 es algo para matarse, diría y creo no exagerar, más aún cuando vemos por televisión la total anuencia de los bendecidos- no, pero están mejorando- vaya, ni gastar más balas por aquí.

El actual torneo sub 23, a pesar de que intentan exaltar y para ello se inventan miles de calificativos, el torneo no debió ni empezar… pero si ya es un hecho, démosle pues.

Nos vemos a la vuelta.