El ajedrez de los fichajes

Daniel De Malas Andreu

Actualizado en:

  Por Alberto Rambla Verdades. La marcha de Neymar cogió al Barcelona, como siempre, despistado. Mientras en el vestuario azulgrana hasta el utilllero sabía la traición que Ney preparaba al Barça, en los despachos nadie se enteró de nada hasta que llegó la puñalada. Los 222 millones de euros que el PSG soltó por Neymar quemaban en el club, al…

 

Por Alberto Rambla

Verdades. La marcha de Neymar cogió al Barcelona, como siempre, despistado. Mientras en el vestuario azulgrana hasta el utilllero sabía la traición que Ney preparaba al Barça, en los despachos nadie se enteró de nada hasta que llegó la puñalada.
Los 222 millones de euros que el PSG soltó por Neymar quemaban en el club, al punto que se fichó a Dembélé deprisa y corriendo por 145 ‘kilos’ -entre fijo y un variable que es un fijo aplazado- al Dortmund. Un jugador que, ahora, muchos señalan como inadecuado para el Barcelona. La llegada e Coutinho, petición de Messi y Suárez, lo cambia todo. Dembélé no gusta al binomio que manda en el Barça y ya avisan: quieren a Coutinho en el tridente. Problema. Con el medio campo en manos de Iniesta, Rakitic y Busquets -si Coutinho juega en la medular, uno de los tres debe saltar- el qué hacemos con Dembélé cuando vuelva se escucha cada vez más alto y claro en el Camp Nou. El juego del francés, además, nos se adapta en nada a la propuesta futbolística delBarça: ni toca, ni combina, ni se asocia. Dembélé sólo sirve para correr y correr y correr. Un fútbol que el Barcelona no practica. Solución: Simeone lo quiere. El Atlético da por perdido a Griezmann que tiene un acuerdo con el Barça y pide que el galo entre en la operación. Un cambio de cromos galáctico que gusta a todos en el Barça, menos a Dembélé: no vino para salir pro la puerta de atrás. Fuente: www.donbalon.com

Deja un comentario