Por Robiel Vega
Cuando el pasado 23 de septiembre Albert Pujols desapareció dos pelotas en el Dodgers Stadium y llegó a la cifra de 700 bambinazos, se convirtió en el cuarto bateador en la historia de las Grandes Ligas en alcanzar esa mítica marca. Desde ese momento, tanto el bate como la pelota que se utilizaron para la consecución del hito pasaron a ser piezas de colección con un alto valor monetario.
La pelota quedó en manos de un aficionado pero el bate estuvo en poder de Pujols, hasta que decidió regalárselo a un gran amigo y de paso, devolver un detalle que dicho amigo tuvo con él al alcanzar otra cifra redonda
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La amistad entre Albert Pujols y Edwin Encarnación data de hace varios años y los detalles especiales entre ambos atletas han sido frecuentes. Recordemos que en 2017, cuando Pujols arribó a las seis centenas de cuadrangulares, Encarnación le regaló una cadena de oro y diamantes de 24 kilates con la inscripción «600 HR» y en esta oportunidad, fue Pujols quien quiso ser recíproco con él.
Según el periodista Héctor Gómez, en su cuenta oficial de Twitter, Albert le regaló a Edwin el bate con el que conectó el bambinazo 700 junto con algunos pullovers alegóricos al hecho, posando para las cámaras y demostrando la enorme amistad que se profesan.
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Pujols terminó su carrera con 703 bambinazos en 22 temporadas, mientras que Encarnación despachó 424 en 16 años de carrera. Pujols remolcó 2218 por 1261 su gran amigo; además, ambos lograron temporadas de 40 bambinazos y 120 remolcadas, en el caso de Pujols, despachó 40 o más pelotas en siete campañas, logrando una marca personal de 49 en el 2006.
