POR ÚNICA VEZ: Historia del RÉCORD que rompió Orestes Kindelán como 2do bate

Los pronósticos parecían claros: las potentes escuadras de Las Villas, Pinar del Río y Matanzas eran los favoritos. Mientras que los dos equipos Orientales, que venían de quedar últimos, como una sola selección en la edición anterior, eran los claros sotaneros.

La tremenda ofensiva de Orestes Kindelán

Pero en el béisbol no todo está escrito y los resultados pueden ir a veces en contra de la lógica. Liderados por Franger Reynaldo y con una feroz ofensiva del Tambor Mayor; Orestes Kindelán (Impuso Récords para Selectivas en HR y CI con 30 y 84 respectivamente, en solo 63 juegos; también fue líder en Anotadas con 63), Serranos se llevó el título más preciado de la pelota nacional en esos años.

Otros destacados de aquel conjunto fueron: el primer bate Jorge García, líder en Hits con 96 y en Bases Robadas con 30; un fuera de Serie Luis Tissert, quien ganó 12 partidos, y un muy efectivo Enrique Cutiño, quien ponchó a 111 en 128,1 entradas de labor.

Serranos concluyó con excelente 41-22, dos juegos por encima de Ciudad Habana (otros de los equipos afectados). Mientras que los favoritos quedaron relegados a las posiciones del 3 al 6. Los pronósticos sí se cumplieron para los Agropecuarios y Mineros, los que terminaron en las últimas posiciones.

Como datos adicionales de esa Serie es que esa fue la única vez que Fránger dirigió ese conjunto; además, fue su año debut en esos torneos, luego lo sustituiría Higinio Vélez. Su retorno se dió en el año 1993, año donde nuevamente hubo otro cambio de estructura, de 8 se pasó a 4 equipos, y la Serie Selectiva comenzó a llamarse Super Selectiva. Allí Franger dirigió a Orientales y nuevamente campeón. ¿Curioso verdad?

El récord del Kinde

Una anécdota llamativa es que Franger, en el último juego de la Serie Selectiva de aquel 1986, colocó al León de la Montaña, Orestes Kindelán, como segundo bate. ¿Cuál era la razón? Kindelán había igualado el récord de jonrones para un torneo nacional, que estaban en poder de Cheíto Rodríguez, con 28 para la calle en 1978, y el estratega puertopadrense quería que su cuarto bate tuviera más oportunidades de ir al home plate en busca de una nueva marca.

Y la táctica dio resultado, pues Kindelán la desapareció en dos ocasiones y se hizo del anhelado récord. Ésta sería la única ocasión en la carrera del máximo jonronero de las Series Nacionales en que alineó como segundo bate en cualquier line up.

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