Por Juan Páez
Aparentemente, y de manera muy concisa, todo está dado para que José Abreu permanezca en Chicago, con los Medias Blancas. Si no es así, al menos está claro que ambas partes serán flexibles en las negociaciones para que uno de los bateadores más constantes de las Grandes Ligas no salga de la que ha sido su casa desde que se estrenó en la Gran Carpa.
Abreu es uno de los mejores toleteros que entrarían a la agencia libre cinco días después de la Serie Mundial.
El año final de su contrato con los patiblancos coincidió con el torneo más productivo de su carrera, en el que incluso terminó como líder impulsador de la Liga Americana, con 123, y sacó 33 pelotas del parque (la segunda mejor cifra de su trayectoria).
Hace un par de meses, cuando le preguntaron sobre su estatus contractual, “Pito” aseguró que si no lo firmaban los Medias Blancas, igual él lograría que lo hicieran de alguna manera y jugaría en cualquier parte del equipo. Hace menos tiempo, se reveló que el dueño de la organización, Jerry Reinsdorf le prometió al cubano que nunca jugaría con otro uniforme en las Mayores.
“Con José, hemos escuchado sus pensamientos de que incluso si no lo volvemos a firmar, él se firmará automáticamente. Hemos escuchado los comentarios de Jerry acerca de que siempre vestirá el uniforme del equipo”, dijo el gerente general Rick Hahn a NBC Sports. “Lo que yo deduzco de todo esto es que hay un deseo muy fuerte de encontrar la manera de que José se quede en Chicago”.
La razón
Tanto amor por Abreu no viene de gratis. En seis temporadas hasta ahora, se ha convertido en uno de los favoritos de los fanáticos a punta de batazos, constancia y récords.
Esta campaña, para demostrar su consistencia, se convirtió en el noveno pelotero en la historia de las Grandes Ligas en tener, como mínimo, 25 jonrones y 100 carreras empujadas en al menos cinco de sus primeras seis zafras.
Aparte de Pito, solo lo lograron hasta ahora: Albert Pujols (6), Joe DiMaggio (6), Ryan Braun (5), Mark Teixeira (5), Miguel Cabrera (5), Ralph Kiner (5), Ted Williams (5) y Chuck Klein (5).
El nacido en Cienfuegos, quien jugará la próxima temporada con 33 años de edad, podría ser el mentor perfecto para los jóvenes de la organización (como su compatriota Luis Robert o Eloy Jiménez) y, a su vez, el núcleo de un lineup que promete para los próximos años.
El acuerdo económico más grande en la historia de los patiblancos es casualmente el de Abreu: 68 millones de dólares por seis temporadas. Nunca han superado, ni se le han acercado a las tres cifras de los 100 millones.
Es aproximadamente lo que esperará el slugger, quizás un poco menos. ¿Se atreverán a sacar de su bolsillo lo que no han sacado jamás por su toletero más valioso?
En semanas, después de la fiesta de la postemporada, se conocerá la respuesta a esa pregunta.