Andy Cruz ENCENDIÓ LAS REDES: «Ya te he ganado cuatro veces dándote bofetadas»

Sin lugar a dudas los pugilistas cubanos han plasmado su calidad en el boxeo profesional a través de los años, y la reciente llegada de Andy Cruz a ese nivel ha puesto los reflectores mediáticos sobre el matancero. Según el periodista Jorge Ebro en un artículo para el sitio el nuevo herald una polémica se […]

Sin lugar a dudas los pugilistas cubanos han plasmado su calidad en el boxeo profesional a través de los años, y la reciente llegada de Andy Cruz a ese nivel ha puesto los reflectores mediáticos sobre el matancero.

Declaraciones altisonantes de uno y otro bando se han hecho públicas. Todo se inició (según el periodista Jorge Ebro) con unas declaraciones de Eddie Hearn, quien es el presidente de la Empresa Matchroom, que está patrocinando al cubano. Hearn expresó que Andy Cruz estaba listo para enfrentar a las principales figuras del peso, incluyendo a Davis.

Cuando ambos peleaban en instancias amateurs se enfrentaron en cuatro ocasiones, saliendo vencedor Andy en todas las oportunidades.

Lo dicho por Hearn pareció no agradarle a Keyshawn, quien en sus redes sociales posteó lo siguiente:

«Dile al hermanito que dé la vuelta a sus golpes. Ahora eres un profesional, esas bofetadas no se van a contar en los profesionales» dijo el norteño.

«Eddie Hearn, no más tweets, deja de tuitear mi nombre. Estás tratando de construir a este hombre a partir de mi nombre» concluyó Davis.

Una publicación de ese tipo obligatoriamente trajo una respuesta por parte del cubano quien le recordó a Keyshawn la «paternidad» sobre él en los cuadriláteros:

«Yo no tengo nada que demostrarle a un tipo al que le he ganado cuatro veces dándole bofetadas como el dice» fue la sentencia de Cruz.

Para dar un momentáneo fin al asunto Davis volvió a la carga y le advirtió al nacido en Unión de Reyes, Matanzas: «Ahora somos profesionales, no vamos a hacer más esta mierda de «te voy a dar una bofetada». Esto no son las Olimpiadas. Esto es boxeo de verdad» sentenció.

La polémica no ha hecho más que comenzar pues estamos en presencia de dos pugilistas que pueden enfrentarse en un mediano período de tiempo.

Todas las herramientas para «intimidar» son parte de este negocio, incluyendo obviamente la presión psicológica, y eso ambos boxeadores lo saben.

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