Dos superestrellas del béisbol cubano del siglo pasado, Antonio Muñoz [Sancti Spíritus] y Pedro José Rodríguez [Cienfuegos], que jugando para los equipos del centro de Cuba se cansaron de dar palos contra los conjuntos de la capital del país en las Series Nacionales cubanas de béisbol, defendieron los colores del Habana en 1974 cuando ese elenco participó en el IV Torneo de la Amistad con sede en la isla caribeña.
Ni Antonio Muñoz ni Pedro José eran aun súper estrellas
En esa época, ni Muñoz ni muchos menos ‘Cheíto’ Rodríguez aterrorizaban aún al público capitalino con sus grandes conexiones en el parque Latinoamericano de La Habana. Eso vino después.
El antesalista Rodríguez, aunque ya había mostrado su clase a nivel juvenil, apenas en 1974 intervino en su primera temporada cubana —la XIII serie—, donde, por cierto, fue seleccionado el Novato del Año.
Esa distinción le valió para ser incluido como refuerzo en ese equipo Habana que del 13 al 21 de octubre disputó la cuarta edición del Torneo de la Amistad, que contó también con la participación de otras dos escuadras: Sabana Grande, de Puerto Rico, y el Capitolio, de República Dominicana.
El inicialista Antonio Muñoz, entretanto, se unió a los marrones en el último momento luego de una lesión de Agustín Marquetti, que había llegado de los Constructores para ayudar a la causa habanista. Los otros refuerzos fueron los lanzadores Julio Romero [Vegueros] y Bernardo “Navajas” González [Constructores] y el segunda base Rey Vicente Anglada [Industriales].
Asi le fue a los dos bateadores villaclareños con La Habana
De los dos superastros villareños, fue Muñoz el que se llevó los mayores aplausos. Resultó elegido el jugador más útil a su equipo, el Habana, que se impuso de manera invicta en cuatro salidas.
El Gigante del Escambray, como se le conoce en Cuba, fue el único “habanero” en conectar jonrón, con dos películas de cuatro esquinas. De los seis jits que disparó, cinco fueron extrabases, incluyendo tres dobles, líder también en ese departamento.
A ‘Cheíto’ Rodríguez no le fue tan bien. Quizás le pudo la presión del momento. Ya con los años demostraría de qué madera estaba hecho.
La escuadra del Habana, que no cometió errores en 155 lances, estuvo dirigida al principio por el coach Jorge Alpízar y luego por Jorge Trigoura tras regresar de Venezuela, donde retuvo para Cuba el Mundial Juvenil.
Roster oficial del Equipo Habana:
Receptores: Pedro Medina, Bárbaro Muñoz y Ernesto Cobas.
Jugadores de cuadro: Rodolfo Puente, Manuel Barrueta, Ubaldo Álvarez, Manuel Mederos y Rogelio Montes de Oca.
Jardineros: Armando Capiró, Pablo Díaz, Héctor Mena [líder de los bateadores en el torneo], José Ramón Cabrera, Roberto Salazar y Bárbaro Garbey.
Lanzadores: Antonio Jiménez, Leopoldo Márquez, Manuel Rivero, Rafael Blanco, Ramón Villabrille y Oscar Martínez.
La trascendencia del Torneo de la Amistad de beisbol
Los Torneos de la Amistad de beisbol, de muy bajo nivel, se iniciaron en Nicaragua en 1971. A Cuba no la invitaron esa vez.
Cuba sí asistió al evento de 1972 [República Dominicana] y 1973 [Venezuela], ganando ambos, aunque no de forma invicta. En Quisqueya lideró Servio Tulio Borges y en Caracas, ya establecido que solo asistieran campeones nacionales, comandó la nave Pedro Chávez, mentor del campeón cubano Industriales.
El año 1974 fue un año redondo para los marrones del Habana.
Dominaron en la Serie Nacional con cinco juegos de ventaja sobre Constructores. Luego salieron airosos cuatro victorias a dos en la Serie de las Estrellas, también llamada Serie Especial, y en octubre se llevaron el gato al agua en el certamen que nos ocupa.
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Redactor deportivo en la emisora radial COCO de La Habana, años ochenta. Trabajó muchos años como reportero en México. Especialista e historiador del beisbol cubano. Autor de varios libros, entre ellos: «BÉISBOL Cómo describirlo : Disfrute las mil maneras de relatarlo».