Por Modesto Agüero
Hoy quiero tocar el tema del arbitraje. Creo que no hay nada más ingrato que el trabajo de un árbitro. Lo cierto es que si lo hace bien nadie lo reconoce pero si se equivoca, como ser humano que es, recibe una lluvia de críticas.
Casi todos los árbitros de este deporte fueron peloteros, salvo raras excepciones.
En Cuba hemos tenido muy buenos jueces y creo que la figura más nombrada en las décadas de los ´40 y ´50 fue Roberto Amado Maestri.
Maestri fue receptor con el equipo Cubanaleco en la Unión Atlética Amateur y al lesionarse su brazo de tirar no jugó más. Debutó como árbitro el 17 de octubre de 1936, en un juego de la Liga Profesional cubana entre Marianao y Almendares.
Una anécdota que ejemplifica la autoridad de Maestri en un terreno de béisbol fue cuando expulsó del juego, al magnate mexicano Jorge Pasquel, Presidente de la Liga Profesional Mexicana, sabiendo que era su fin en México. A Pasquel le dijo: «Yo me voy de la Liga y de México después del juego, pero usted se va ahora mismo del terreno».
Maestri fue el árbitro principal del primer juego de Serie Nacional el 14 de enero de 1962. Ese día junto a él estuvieron Rafael de la Paz en primera, Francisco (Panchito) Fernández Cortón en segunda y Enrique Roger García en tercera.
Después en las Series Nacionales hemos tenido muy buenos árbitros y entre ellos tengo que mencionar a Iván Davis del Cerro, La Habana.
No muchos conocen que Iván fue jugador profesional de béisbol y se inició con el equipo de la Aduana en la Unión Atlética Amateur como lanzador. Luego fue contratado por los Cubans de Bobby Maduro, jugó primero en la liga Nueva York-Pensilvania y después en la Liga del Estado de Florida. En la profesional cubana vistió el uniforme del Almendares. Cuando tenía 25 años concluyó su actuación como pelotero y comienza a impartir justicia en los partidos de pelota, primero a nivel provincial y posteriormente en los clásicos domésticos.
Imponía respeto y orden en el juego, además de tener una muy buena zona de strike.
En conversación con un gran entrenador cubano Eulogio Vilanova, me decía que Iván fue muy buen entrenador de béisbol también, gracias a sus grandes conocimientos de este deporte.
Nelson Díaz fue otro de los mejores árbitros de Cuba y como receptor llegó a integrar un equipo nacional juvenil. Después jugó aunque muy poco con el equipo Habana. Pasó también de jugador a árbitro y debutó en Series Nacionales en la temporada 1984-85. Un gran galardón para él fue la selección de mejor árbitro del mundo en 1994. Injustamente no lo llevaron a los Juegos Olímpicos de Sydney ni tampoco al Clásico Mundial 2009, aunque la Federación Internacional solicitó sus servicios, por lo que disgustado y con razón, decidió retirarse (aquí la historia contada por él mismo). Sin dudas el arbitraje cubano salió perdiendo.
Otros árbitros que fueron peloteros son Germán Aguila un buen defensor de la tercera base, Luis César Valdés, Manuel “el Chino” Hernández, Juan de Dios León, Blas Guillén y Román Zamora.
No podemos olvidar el trabajo detrás del home de los árbitros Juanelo Izquierdo, Raúl Hernández, Germán Águila, Manuel “el Chino” Hernández”, Julio Ramón Véliz, Alejandro Montesinos, Luis Felipe Casañas, Jorge Luis Pérez Herrera, Omar Lucero, Luis César Valdés, Elber Ibarra, y Juan José Cuevas entre otros.
Cuba cuenta con una árbitro mujer, se trata de la habanera Yanet Moreno Mendinueta, ya con varios años de trabajo en Series Nacionales. Debutó el 6 de diciembre de 2006 en el estadio Augusto César Sandino de Santa Clara.
En Grandes Ligas, Cuba ha tenido al árbitro habanero Ángel Hernández, con varios años de trabajo e incluso ha estado presente en las Series Mundiales de 2002 y 2005.
En este momento se nota la ausencia de árbitros experimentados que han pasado por nuestras campeonatos.
De los activos los más veteranos son Omar Peralta, Juan de Dios León, Jorge Niebla y Janet Moreno, quienes surgieron de una Escuela de arbitraje que lamentablemente ya no existe. Los demás vienen de cursos no habituales provinciales, por lo que su calidad no es la misma.
Llegue a los árbitros cubanos activos o no, a nombre de SwingCompleto, el reconocimiento por tan abnegada e ingrata labor.