Postemporadas Memorables: Aroldis Chapman y el fin de la sequía en Chicago

Por Juan Páez

Comenzamos con una serie de trabajos llamada POSTEMPORADAS MEMORABLES para destacar actuaciones brillantes de nuestros peloteros en los playoffs de las Grandes Ligas. Puedes ver la lista completa de notas haciendo clic AQUÍ: https://swingcompleto.com/tag/postemporadas-memorables/

Aroldis Chapman podrá tener un gran currículo en Grandes Ligas. Incluso, al final de su carrera, si mantiene su ritmo, seguramente su candidatura al Salón de la Fama sería un tema de debate. Su famosísima recta y el fuego del brazo izquierdo lo han llevado a salvar casi 300 juegos en la Gran Carpa, a ser uno de los hombres más temibles en el noveno episodio.

Pero hay un hecho que siempre acompañará al cubano: ser el vital cerrador de los Cachorros de Chicago que ganaron la Serie Mundial en 2016 para acabar con una sequía de 108 años.

El Misil, de gran hoja de vida en postemporada, fue tan importante para los oseznos como cualquier otro jugador. Durante todos esos playoffs, Chapman fue la gran arma del entonces mánager Joe Maddon para mantener ventajas o ponerles fin a los encuentros.

A fin de cuentas, para eso lo adquirieron desde los Yankees de Nueva York pagando un alto precio, pues Chicago envió a Gleyber Torres y dos peloteros más a la Gran Manzana.

Chapman, que ya había disfrutado de la fiesta de octubre brevemente con los Rojos de Cincinnati, comenzó maniatando a los Gigantes de San Francisco, en la Serie Divisional de la Liga Nacional de ese 2016. Pese a que se anotó un blown save, obtuvo tres salvados y ponchó a siete bateadores en 3.1 innings de trabajo, en los que aceptó tres hits, una carrera limpia y dio una base por bolas.

Su desempeño siguió contra los Dodgers de Los Ángeles, en la Serie de Campeonato. Tiró 4.2 entradas más, permitió trío de incogibles, dos rayitas merecidas y pasó a tres contrarios por los strikes, para una efectividad de 3.86.

Ante los Indios de Cleveland, llegó la etapa más decisiva. Sin importar días de descanso, Maddon estaba listo para usarlo siempre que lo necesitara. La serie se extendió hasta el agónico e inolvidable séptimo juego.

El antillano, atornillado al rol de cerrador de los Cachorros, apareció en cinco compromisos y en todos, con excepción de uno, tiró al menos 1.1 capítulos.

Llegó el Juego 7 y Chapman acumulaba un salvado y 6.1 tramos. En esa cantidad de innings, registraba dos hits, una carrera limpia, dos pasaportes y nueve chocolates repartidos, además de una efectividad de 1.42.

En el octavo tramo, con par de outs y su equipo ganando 6-3, Maddon recurrió al isleño. Con José Ramírez en primera base, el siniestro enfrentó a Brandon Guyer. Doble al jardín central para impulsar a Ramírez (6-4).

Jonrón de Rajai Davis para empatar el encuentro (6-6). Pero al final, Chapman río de último. Los Cubs ganaron ese Clásico de Otoño y el hombre de la recta meteórica pudo fácilmente ser el Jugador Más Valioso si Davis no conectaba ese vuelacerca. Tal distinción la alcanzó Ben Zobrist.

En total, Chapman lanzó en 13 de los 17 duelos disputados por Chicago en esa postemporada y permitió carrera apenas en cuatro de ellos.

El éxito para él siguió, aunque no se ha puesto otro anillo de campeón. Desde que llegó a los Yankees, en 2017, tiene efectividad de 1.65 y average en contra de .172 en 16.1 entradas de playoffs, con 29 ponches.

Aunque su trabajo con los neoyorquinos en octubre tiene un manchón negro: el año pasado, su club quedó eliminado cuando, en el noveno inning del sexto juego de la Serie de Campeonato ante los Astros de Houston, le permitió jonrón de dos carreras a José Altuv para quedar tendido en el terreno.

Al día de hoy, Aroldis es el lanzador cubano con más apariciones en postemporada (32), el único que ha conseguido un salvado (tiene nueve en total) y el de mejor efectividad (2.45) entre los que han tirado al menos 15.0 entradas.

Estadísticas de Aroldis Chapman de por vida en postemporada de las Grandes Ligas: