De la miseria en Cuba al baloncesto mundial: HISTORIA de Howard Sant-Ross

"A veces se jugaba sin zapatillas, otras veces las mías tenían agujeros enormes"

"A veces se jugaba sin zapatillas, otras veces las mías tenían agujeros enormes"

La debacle que se vive en el movimiento deportivo en Cuba es colosal, con millones de necesidades materiales atacando a los atletas. El régimen imperante fracasó hace mucho tiempo en su proyecto de gobierno, pero continuó engañando al pueblo para intentar mantenerse en el poder a toda costa.

Los deportistas buscan el más mínimo chance para escapar de tantos problemas y muchos abandonan delegaciones oficiales en eventos extrafronteras. En otros casos, la suerte acompañó a algunos que lograron salir del país a corta edad. Ese es el caso que hoy nos ocupa.

El habanero Howard Sant-Ross siempre tuvo claro su idilio por el baloncesto. De niño, las habilidades del capitalino sobresalieron enormemente por sobre sus compañeros. La tradición familiar en el deporte de las canastas fue el motor impulsor que sembró en el antillano la pasión por esta disciplina. La vida llevó al hijo de Cuba por otro camino radicalmente opuesto a lo que sufrió en su infancia, en el que pudo cumplir sus sueños.

«Teníamos muy pocos recursos. A veces se jugaba sin zapatillas, otras veces las mías tenían agujeros enormes y era como si jugara descalzo. Era lo que había. Éramos muy pobres, pero teníamos mucho amor por el baloncesto. No teníamos nada», expresó Sant-Ross en la entrevista concedida a Marca.

Los fantasmas de la pobreza en Cuba fueron una constante en las palabras del basquetbolista, quien no olvida todo lo sufrido. Según dijo el aludido, pudo salir de Cuba a los 16 años de edad gracias a que su madre se casó con un italiano.

«El cubano siempre se va del país por un mejor porvenir. La idea de mi madre era salir e intentar ayudar a mi familia. Hacer dinero y tener mejor economía para ayudar a los que se habían quedado», señaló.

Del abismo de Cuba hasta la gloria mundial

Rápidamente todo cambió. La irrupción en una nueva nación fue el pasaporte hacia nuevos logros, lejos del infierno del Caribe.

La existencia comenzó a sonreír a Howard Sant-Ross una vez que abandonó su país natal. El progreso comenzó a tomar vida en Italia, pero después se amplió a varios países. Hasta la fecha del 16 de febrero el expediente deportivo del oriundo de Cuba se engalanó con  los servicios prestados en los siguientes equipos:

Phantoms Braunschweig (2011-2013)
A.S. Junior Pallacanestro Casale (2013-2014)
Unione Cestistica Casalpusterlengo (2014-2015)
ČEZ Nymburk (2015-2017)
Darüşşafaka S.K. (2017-2018)
AEK Atenas B.C. (2018-2019)
PBC CSKA Moscú (2020)
Panathinaikos B. C. (2020-2022)
Casademont Zaragoza (2022-2023)
UCAM Murcia CB (2023-)

Howard Sant-Ross posee entre los títulos conseguidos dos galardones en la Liga Checa (2016 y 2017), así como el máximo sitial en la Eurocup del año 2018 y en la Copa de Grecia en 2021.

La permanencia en Cuba del habanero hubiera supuesto verlo caer en la rutina de tristezas que ahoga a todos en la isla del Caribe. El atleta hoy brilla en el baloncesto mundial, aunque no olvida su pasado gris.