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Los problemas que afectan al beisbol cubano no parecen tener fin y se expanden a todas las novenas por igual. En la fecha del 24 de mayo se conoció de un nuevo episodio con estas características, el cual se originó en la provincia de Pinar del Río, territorio con una rica historia en los eventos domésticos de este deporte.
El periodista Pepe Morejón reveló las pésimas condiciones que sufre a diario el conjunto de la categoría sub-23 que se prepara para participar en el Campeonato Nacional de ese rango de edad, previsto para dar inicio el próximo 13 de junio. La fuente en cuestión enumeró una serie de dificultades que lastraron el correcto desarrollo de este proceso e imposibilitaron una preparación idónea para el inminente torneo.
Entrenamiento repleto de problemas y escasez
Morejón indicó que la selección de Pinar del Río de la pelota cubana no cuenta con un alojamiento para el descanso, por lo que los jugadores involucrados deben realizar los viajes hacia sus hogares a diario. Esta situación se agrava con los peloteros que residen en otros municipios, ya que el esfuerzo es aún mayor. Obviamente, la relación trabajo-descanso no se cumple y la recuperación física es casi una utopía.
Otro aspecto que salió a la luz pública en este nuevo caso de incongruencias en el beisbol cubano se relacionó con el inexistente respaldo alimenticio. Los pativerdes no poseen un almuerzo asegurado y solo reciben una merienda ligera, según aseveró Pepe Morejón.
La ausencia de agua fría en los entrenamientos es otro punto en extremo complicado, atendiendo al sofocante calor que fustiga al país en este período. El preciado líquido es vital para la rehidratación y el equilibrio de las funciones del organismo, pero los de Pinar del Río no cuentan con este aseguramiento, en un hecho que parece increíble y poco serio.
Beisbol Cubano en la mirada crítica por enésima ocasión
El autor del post puso en dudas que los especialistas puedan dar cumplimiento al plan de entrenamiento que trazaron, pues no contar con una concentración grupal es una situación que afecta tremendamente este propósito. Los del terruño más occidental del país deben navegar a contracorriente y enfrentar todos estos sinsabores, que rompen poco a poco con la estabilidad que se persigue.
Los escándalos en la pelota cubana son habituales y los episodios son múltiples. Sanciones injustas, robos, protestas airadas y reclamos, son parte del menú del día a día de los peloteros que se desempeñan en los certámenes del archipiélago. En esta ocasión le tocó el turno a la provincia de Pinar del Río y el elenco de la categoría sub-23 años es el protagonista de una nada feliz historia.