Béisbol Cubano en Lima… algo más que una larga y triste película

Por Alexander García Milián Nunca pensé que Cuba ganaría el béisbol en los Juegos Panamericanos de Lima; tampoco imagine que no pasaría de la fase de grupos, que perdiera tan fácil con Colombia o que batear fuera algo casi imposible; que las dudas inundaran como nunca el rostro de esos peloteros  y que de tragedia […]

Por Alexander García Milián

Nunca pensé que Cuba ganaría el béisbol en los Juegos Panamericanos de Lima; tampoco imagine que no pasaría de la fase de grupos, que perdiera tan fácil con Colombia o que batear fuera algo casi imposible; que las dudas inundaran como nunca el rostro de esos peloteros  y que de tragedia se calificara la actuación antillana en tierra peruana.

 Al momento de escribir este trabajo, Cuba noquea a Argentina y se apresta para disputar el quinto lugar del certamen. Pienso entonces que lo acaecido con nuestro béisbol en estos Panamericanos disipó toda duda sobre nuestro retroceso y es loable entender que los cambios, todos, sin excepción, resultan urgentes y en extremo necesarios si queremos mostrar una cara diferente.

Ya los comentarios inundan los medios, unos acribillan a Anglada, otros van por un acto de lógica elemental a emprenderla con los que manejan este deporte en la Isla.

La cuestión nos aporta varios matices que van hasta las dos partes, pero el contexto nos lleva como nunca a querer aportar, a dar alguna solución, quizás retomando ideas guardadas, tal vez sacudiendo un poco el polvo y revitalizando elementos obvios sobre el renacer de la pelota cubana.

Si tomamos en cuenta que Argentina empezó a incursionar con fuerza en el béisbol mundial hace unos años y ya cuenta con una Liga Profesional, donde intervienen cuatro equipos y se desempeñan jugadores venezolanos, puertorriqueños y estadounidenses; ¿Por qué no hacerlo en un campeonato cubano?

Para ir más allá, Colombia en el béisbol solo resaltaba por la figura de Edgar Rentería y sus títulos de mvp con los Marlins y los Gigantes, ahora la realidad es otra y esta disciplina toma auge en tierras cafeteras.

¿Y Cuba?; en la etapa profesional se lograron muchos de los éxitos que cimentaron en buena medida toda la gloria del béisbol cubano en el mundo, retomar la dinámica de aquella época en mi opinión es la base de una posible solución para la crisis actual.

Las empresas que invierten actualmente en Cuba, en el turismo, en la industria farmacéutica, bien pudieran hacerlo en la pelota; solo se necesita voluntad estatal para ello, despejar miedos y desechar fantasmas que solo hacen mella.

En vez de crear una Convención Nacional para debatir sobre el béisbol, se habría de crear una buena propuesta que logre captar el interés de estos empresarios.

Una Liga Profesional en Cuba, reportaría loables beneficios a los posibles inversionistas y al país; mejores estadios, mayor retribución monetaria a los jugadores, condiciones más decentes los peloteros; alimentación, salario y sobre todo motivación.

El cambio sería radical y no veo necesaria la mediación de la MLB; pues el bloqueo sería un mal de fondo que quedaría relegado con la proporción de ganancias recibidas a partir de que arranque un torneo con estas características.

Estimados lectores, es una modesta opinión, una idea general con varias aristas que pudiera concretarse más y ser algo palpable, es lo que pienso… ¿Y usted?

Nos vemos a la vuelta.

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