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El pasado 4 de junio culminó la III Liga Élite del Beisbol Cubano con el triunfo de la novena de Ciego de Ávila sobre su similar de Las Tunas, tras una contundente barrida. Este resultado recibió críticas de un sector del público, debido a que los peloteros en calidad de refuerzo fueron la mayoría en la tropa de los Tigres, aunque todos los elencos tuvieron los mismos chances de elegir a sus «legionarios».
La repercusión del asunto fue tanta, que incluso algunos periodistas oficialistas se sumaron al azote que recibió el equipo bajo el mando de Danny Miranda y le restaron méritos a la medalla de oro. El tiempo pasó y supuestamente el asunto se enfrió, pero para nada fue así. El propio mentor rompió el silencio recientemente y expuso su punto de vista en declaraciones que ofreció al medio de comunicación Invasor, en las que recordó el origen del suceso.
Defensa del señalado
El estratega rememoró las múltiples bajas que sufrió antes del comienzo de la III Liga Élite del Beisbol Cubano, cuando su equipo se vio disminuido de manera grave, cuando casi 20 integrantes se separaron de la nómina de Ciego de Ávila. En aquel entonces, el reclamo por una mejoría en el salario fue tendencia entre los Tigres y al no existir una solución los atletas optaron por la despedida.
«No fueron tres, ni cinco, ni ocho. Fueron 19. Hubo bajas por indisciplinas y quejas salariales. Es verdad que los peloteros solo ganaban 3500.00 pesos. Pero no estaba en mis manos resolver ese problema. Estoy de acuerdo, deberían ganar más, como estoy de acuerdo con que deberían existir diferencias entre los regulares, los del banco y los de la reserva”, indicó.
Danny Miranda le contó al citado medio que para nada actuó en contra del reglamento y su petición fue igual que la de los restantes directores. La única diferencia es que en su caso particular escogió a los refuerzos para que fueran parte activa. Esta realidad llegó a su máxima expresión cuando solo dos «nativos» conformaron el lineup regular de los campeones.
Estrategia totalmente legal en el beisbol cubano
«Nosotros tuvimos la misma cantidad de refuerzos que el resto de equipos. ¿Viol*mos el reglamento? ¿Qué pedimos los peloteros para que jugaran toda la temporada? Sí. No los queríamos para que ocuparan espacio en el banco. Pero el triunfo sí es de Ciego. Y siempre hubo avileños que destacaron en los juegos buenos y un público que llenó el estadio», dijo el directivo.
«Siempre supimos que eran peloteros para jugar los 40 partidos. No teníamos de otra. Lo más importante nunca fue el nombre, sino el deseo de aportar dentro del terreno. Buscamos por provincias quiénes eran los más sacrificados, los más entregados. Frederich Cepeda sí tiene un nombre, y bien merecido; pero él jamás se quiere sentar, porque cada jit, cada base por bolas, cada entrada es un récord. Ni porque yo se lo pidiera él se sentaba», manifestó.
La controversia en el beisbol cubano fue más que visible con la corona que se ciñó Ciego de Ávila, pero para el timonel de los campeones fue algo injusto y basado en ideas entradas. Danny Miranda no dejó caer el hecho en el mar de las especulaciones y le colocó un virtual punto final.
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Cronista del Universo Atlético y Analista de Béisbol con experiencia en varios sitios web. Licenciado en Cultura Física con 17 años como entrenador deportivo. Desde marzo de 2023, miembro del equipo editorial de Swing Completo para la cobertura de Grandes Ligas y Pelota Cubana.