México, el premier 12, Olimpiadas de Tokio… una mirada desde Cuba
Por Alexander García Milián
La casualidad y la causalidad, dos fenómenos a priori imbricados se descomponen y nos entregan aspectos separados de la realidad. Lo casual no es tan así pues siempre todo suceso posee causas que le dan forma y desechan el carácter inaudito que se le pueda atribuir a un evento o hecho determinado.
Ahora mismo que México haya logrado el boleto olímpico en el Premier 12… ¿es un acto casual?, me pregunto y de seguro se preguntaran muchos; México por encima de Estados Unidos, de Canadá, de Puerto Rico, de Cuba; todas las miradas se pierden y quedamos atónitos, entonces…
Desde Cuba miramos los hechos, pues las lecciones que de ellos se derivan nos sirven a todos, la película puede tornarse larga pero es interesante,… que ruede entonces la acción…
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… Los tonos rojos color jamón de la cara de R. A. Dickey lo dice todo ante el batazo de Adrián González; el “Titán” se la desparece por el center field en el primer inning y el entonces Cy Young de la Liga Nacional- jugaba para los Mets en ese entonces- quería morirse, miraba hacia abajo buscando la forma de clavar bien profundo y enterrarse, era el tercer clásico Mundial en 2013 y Estados Unidos comenzaba perdiendo ante los mexicanos, el sabor de la venganza se perdía ante el juegazo lanzado por el diestro Yosvani Gallardo.
… Intermezzo…
La historia de mexicanos y estadounidenses ha estado ligada desde su origen como naciones; más allá de la influencia hispánica la cercanía geográfica a sentado las pautas y tras la firma del Tratado Guadalupe- Hidalgo a finales de la década del 40 en el siglo XIX, la mitad de México paso a manos de Estados Unidos y un eterno viz a viz devino en rencor enraizado que jamás habría de desparecer.
La pauta es más que necesaria pues lo alcanzado por los mexicanos en la pelota hoy a casi doscientos años de aquellos sucesos, trasciende el carácter simbólico y estos resquicios históricos calan en los huesos como una venganza esparcida cual polvo en el viento- clasificar a una olimpiada en béisbol por encima de Estados Unidos- aún no se cree…
… Flash Back…
En aquel Clásico Mundial en 2013, México había armado muy buen equipo, entonces comenzó ganándole a Italia en su primer partido hasta el noveno inning, cuando los italianos se revelaron ante los envíos del estelar Sergio Romo, como en la novela de Lampedusa, el Gatopardo salía de la nada y avasallaba a todos, los mariachis pagaron los platos rotos, el comienzo no podía ser peor pero…
Horas después llego ese juego contra Estados Unidos, la honra estaba picada- por los dos equipos- pues los aztecas necesitaban ganar y los norteños deseaban resarcirse de la costosa derrota infligida por los mexicanos en el clásico de 2006- México elimino a Estados Unidos al ganarle 2-1 en segunda ronda- Al final ya saben, ni Dickey con su bola de nudillos, ni esa escuadra plagada de estrellas pudieron con el empuje de Adrián Gonzalez, Luis “ el Pochito” Cruz , Jorge Cantú, Karim García y compañía.
En ese clásico, como en el primero, solo quedo eso para los mexicanos, el sabor de la victoria ante Estados Unidos, pues sus esperanzas quedaron truncadas por asiáticos y canadienses en las ediciones de 2006, 2009 y en esa de 2013- épica la bronca ante Canadá en esta última versión-
El recuento es necesario, y así trasladándonos hacia adelante y hacia atrás en el tiempo, vemos como México ha sido siempre una espina en el zapato de Estados Unidos hablando en materia de béisbol pero una introspección aguda nos permite ver que esos hechos eran parte de una clarinada que anunciaba el despegue indetenible del béisbol mexicano.
Comencé por el clásico de 2013 y la victoria ante Estados Unidos, pero bien podía haber empezado por la Serie del Caribe de ese mismo año efectuada en Obregón, donde los Yaquis- el equipo de esa ciudad que juega en la Liga Mexicana del Pacífico- ganaron el campeonato con soberbio pitcheo del derecho Luis Mendoza.
A partir de este momento además de los Yaquis, los Naranjeros de Hermosillo y los Tomateros de Culiacán se encargaron de marcar una hegemonía que avasalló a todos los rivales del área; la imagen de Romo saltando en el box como poseído tras ponchar a Miguel Cabrera en la final de la Serie Mundial de 2012, esa imagen se perfilaba por todos lados y aquella época dorada del Fernando “el Toro” Valenzuela con los Dodgers volvía como un deja vu.
…Realidades…
La imagen de Andrés Manuel Lopéz Obrador es imponente, el mandatario sonríe junto a miembros de la Federación Mexicana de Béisbol; el gobierno desembolsaba varios millones para potenciar la pelota y la MLB abría sus puertas al país luego de firmar un memorándum de entendimiento con los federativos aztecas.
Los hechos marcan el camino y la Liga Mexicana del Pacífico compite entre las cuatro mejores del mundo para muchos entendidos; el fútbol tiembla ante el calado del béisbol, Julio Urquidy abre el cuarto juego de la Serie Mundial entre Astros y Nacionales, encamina a los de Houston en el Play Off, hace historia, es el tercer mexicano que realiza una apertura en una instancia final- después de Valenzuela con los Dodgers y Jaime García con San Luis en 2011- no cabe duda, son las realidades de este deporte, la eclosión de una voluntad que siempre busco más allá.
El mercado mexicano se abre paso y se impone en el universo beisbolero, los nombres de Roberto Ozuna, Luis Cessa y el mencionado Urquidy son muestra palpable de ello.
La voluntad, el empeño, las ganas de ponerle con todo a una disciplina con arraigo pero siempre tras bambalinas respecto al balompié; son factores que se vuelven ejemplos a seguir.
La casualidad, otra vez trasciende y cuando todos buscan atónitos una explicación, las causas del fenómeno afloran por si solas, a finales de marzo, en Arizona ocho equipos de América se jugaran la vida y México estará en Tokio luchando por seguir haciendo historia; entonces nosotros aquí miraremos y volveremos a preguntarnos… ¿Cómo pasó?