Mario Kindelán recuerda nexos con dictadura cubana: «Yo tenía el número personal de Fidel Castro»

Daniel De Malas Andreu

Mario Kindelán fue uno de los atletas más apegados a la figura del dictador Fidel Castro.

Mario Kindelán fue uno de los atletas más apegados a la figura del dictador Fidel Castro.

Las declaraciones que Mario Kindelán brindó en días recientes al podcast La Remontada fueron candentes y repletas de polémicas, pues el bicampeón olímpico del boxeo cubano tocó temas controversiales en su carrera deportiva. Entre todas estas resaltó una en particular, que demostró la conexión que lo unió con Fidel Castro. El holguinero recordó un pasaje en el cual el dictador rompió por completo la planificación de los entrenadores del equipo nacional y acató una petición del atleta.

Todo ocurrió en el año 2000, en los meses previos a los Juegos Olímpicos de Sidney. En ese instante, los especialistas del deporte creyeron que Mario Kindelán tendría más posibilidades de reinar en la urbe australiana en la división de los 57 kilogramos y le informaron de esta decisión. Tal dictamen no agradó al pugilista, quien utilizó sus influencias para mantenerse en la categoría de 60 kilogramos. El «afectado» se dirigió directamente a Fidel Castro y exigió una reunión con este.

«El Inder decidió que yo era 57 kilogramos. Tuve que acudir a Fidel Castro. Llamé al Consejo de Estado y hablé con Carlos Valenciaga, que era el Jefe de Despacho de él y le dije que quería una reunión con el presidente», narró el invitado al podcast La Remontada, con lo cual expuso como nació el hecho que tomó vida.

Inicios del roce entre Mario Kindelán y Fidel Castro

La confesión de una de las glorias del boxeo cubano indicó que la relación con Fidel Castro se originó en el Campeonato Mundial que se celebró en Estados Unidos en el año 1999. En aquel evento, el propio dictador les ordenó que abandonaran la sede, después de varias decisiones injustas de los imparciales.

«No era la primera vez. Después del año 1999 cuando pasó lo de Houston, que él fue quien nos despidió y esas cosas, ya nosotros teníamos la conexión directa. Yo tenía el número personal de Fidel porque él me lo dio para cuando yo tuviera alguna situación en nuestro país».

El atleta aprovechó estos nexos y los utilizó a su favor. Mario Kindelán mostró su total desacuerdo con el movimiento que quisieron experimentar con él y así se lo hizo saber a Fidel Castro.

«Cuando logré contactar con él nos reunimos y le dije: «Mire, está pasando esta situación y yo no aseguro mi medalla de oro ahí (en los 57 kilogramos), yo la garantizo en los 60 kilogramos. ‘Fidel me abrazó y me preguntó si yo estaba seguro y yo le dije que completamente».

La respuesta fue inmediata

Sin mediar más palabras, Mario Kindelán supo que era cuestión de tiempo que la historia le favoreciera. En el período señalado, el control de las autoridades era extremo y todo se subordinó a la política estatal. El alto mando del país era el dueño de absolutamente todo y el deporte no fue la excepción.

«A la hora, o hora y media, me llaman de la dirección del Inder que ya yo era 60 kilogramos. Fui a la Olimpiada y obtuve la medalla de oro. Esa fue la medalla que cuando regresé bajando del avión se la doné», concluyó.

Mario Kindelán fue uno de los atletas más apegados a la figura del dictador Fidel Castro, quien utilizó al boxeador como una bandera de propaganda mientras este le sirvió. El retiro fue extremadamente cruel para el deportista y le enseñó la verdadera cara del sistema que tanto defendió.

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