La derrota de Robeisy Ramírez, el pasado 7 de diciembre, fue un hecho que multiplicó infinidad de reacciones. Entre estas hubo muestras de respeto y camaradería, pero también muchas que nacieron desde la crítica más feroz.
Entre todas las voces que se levantaron en defensa del atleta destacó la del usuario Marcel Valdés, un profundo conocedor del deporte de los puños. La mencionada fuente expuso un punto de vista extremadamente interesante, que explica de algún modo el motivo que mueve a aquellos que lanzaron improperios sobre Robeisy Ramírez.
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Según Valdés, la ideología comunista es la culpable de la falta de empatía que hoy vive en los aficionados cubanos. La errada idea que sembró el sistema en los años 80 y 90 hoy es una avalancha que inundó la burda tergiversación. El falso triunfalismo que reinó en aquella época se derrumbó como un castillo de naipes.
La supervivencia a toda costa sin mirar al lado es otro asunto que conspiró para la pérdida de valores. Entre toda esta madeja de lavado de cerebros y las consecuencias de la miseria, cayó Robeisy Ramírez.
Robeisy Ramírez sufrió ideología comunista
«El daño que ha hecho el comunismo en mi patria costará mucho tiempo en sanarlo. Uno de los puntos más importantes del significado de cubanía es apoyar de manera incondicional a tu paisano, defenderlo a como de lugar, fundamentalmente en las malas; sin peros, sin justificación, sin interpretar nada, sin pensar en nuestro orgullo o deseo, cuando se trata de apoyar a un paisano es ese paisano la prioridad y más alguien como Robeisy «El Tren» Ramírez, alguien que es una leyenda en el deporte cubano y un patriota que donde quiera que va deja nuestro mensaje de libertad», escribió Marcel Valdés.
La idea del autor del post acusó de manera directa la semilla que implantó Fidel Castro, quien puso un espejismo ante el pueblo cubano, cuando en realidad se enfrentaron a rivales de menor rango y en muchas ocasiones sin la preparación que ostentaron los caribeños. Robeisy Ramírez, una estrella de la actualidad, sucumbió en su lucha atlética y esto se aprovechó por muchos para intentar derribar el símbolo que representa el cienfueguero para el exilio.
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«El castro comunismo nos hizo creer que somos los mejores, que somos invencibles y nos arrebató ese sentimiento de empatía y de juntarnos en los malos momentos, esto no se trata de mezclar todo con política, esto se trata de conocer a lo que nos ha condicionado el comunismo para así poder cambiarlo y ser mejores como comunidad.
Mí apoyo es incondicional y si apoyo en las buenas, en las malas apoyo el doble.
Yo no me bajo del Tren de Cuba», dijo.
Robeisy Ramírez no pudo alcanzar la faja mundial que tanto persiguió, lo que motivó un sinnúmero de ofensas y lacerantes palabras. El suceso posee múltiples aristas y una de ellas radica en el aparato político que a través de los años se apoderó de los nacidos en Cuba.
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