El boxeo cubano tuvo una jornada aciaga en la fecha del 28 de febrero, cuando dos de sus representantes salieron por la puerta estrecha en un programa profesional de la disciplina que se efectuó en la ciudad rusa de Yoshkar-Ola. Los derrotados fueron el doble campeón olímpico Roniel Iglesias y el joven Jorge Soto, quien apenas comienza su recorrido en eventos del primer nivel.
Según reportó el medio de comunicación, JIT Deporte Cubano, ambos sucumbieron por la vía de la decisión unánime. Roniel Iglesias no pudo ante Igor Sviridchenkov, mientras que Soto se vio superado por Sergey Sergeev. Sin embargo, los tropiezos tuvieron aristas diferentes que deben ser analizadas de manera profunda y exhaustiva.
Iglesias, una de las figuras más sólidas del boxeo cubano en la última década, evidenció una vez más que su tope cualitativo quedó atrás hace mucho tiempo. Las pruebas aparecen una tras otra y este evento profesional en Rusia despertó esos fantasmas. Las actuaciones del pinareño están muy distantes del brillo que una vez desplegó en los cuadriláteros alrededor del mundo.
Roniel partió como el claro favorito en su cotejo ante Sviridchenkov, debido a que este último es casi un desconocido, sin resultados de relieve en torneos de rigor. No obstante, la realidad fue otra y el pugilista local se apuntó la victoria, con lo cual puso una gigantesca duda sobre la actual forma deportiva del cubano.
Pésimos resultados para el boxeo cubano
Jorge Soto, por su parte, aunque no pudo sonreír ofreció un enfrentamiento reñido y tuvo reales posibilidades de adueñarse del éxito. La publicación del medio de comunicación JIT Deporte Cubano informó que hubo inconformidad por parte de la delegación de la isla con la votación de los jueces, pues creyeron que el antillano hizo méritos suficientes para ser declarado vencedor.
La experiencia resultó pésima para la escuadra de los Domadores, con lo cual el boxeo cubano se involucró en otro descalabro. Los problemas y las caídas van siendo habituales y la época de luz cada vez parece alejarse más en el pasado. Atendiendo a esta realidad, la alta gerencia del deporte intentó irrumpir en el mundo del profesionalismo, con lo cual sembraron un precedente histórico.
Este proceder tuvo un punto de quiebre el pasado 26 de febrero, cuando se reveló que cuatro estrellas del boxeo cubano establecieron un contrato con la empresa Agon Sports. Los atletas involucrados son Erislandy Álvarez, Arlen López, Julio César La Cruz y Lázaro Álvarez. El acuerdo entre las partes rompió la censura que estableció el oficialismo en la Mayor de las Antillas por seis décadas e inició una nueva etapa.
El camino del deporte de los puños en la isla puede cambiar notablemente con los nuevos acontecimientos, pero en el presente continúa atrapado en la adversidad. Lo que sucedió con Roniel Iglesias y Jorge Soto así lo confirma.
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