Destacado, habilidoso, talentoso y deslumbrante, son algunos de los adjetivos con los cuales podemos hacer referencia al grandeliga Dairon Blanco.
Desde el Citizens Bank Park, Kansas City Royal y Philadelphia Philles disputaron el primer juego de tres en su serie de fin de semana.
Como octavo bate y jardinero derecho, fue puesto el cubano en la alineación la jornada designada por su manager, Matt Quatraro.
Al momento de iniciar las acciones, solo nos quedaba seguir el desempeño de Blanco que al final del encuentro dejó a todos boquiabiertos.
En sus primeros turnos al bate no pudo responder a la ofensiva, pero su relevante actuación se vio en la velocidad de sus piernas.
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En la parte alta del sexto episodio, el conjunto visitante sacó su artillería, y el jardinero latino tuvo repercusión.
Con un out en la pizarra, el nativo en las menores de las Antillas, pegó sencillo y empujó una carrera.
En la lomita estaba el relevista Yunior Marte y al bate Maikel García. Corriendo en primera (Blanco), le tomó todo el tiempo al lanzador y con un cómodo sprint se robó la intermedia.
Esta fue la primera estafada de la noche. En la baja el Octavio inning, Dairon Blanco se embasó con un toque. En el plato estaba Kyle Isbel, y al segundo lanzamiento del turno, la velocidad del cubano se hizo notar al apoderarse del segundo cojín.
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Con J.T Realmuto en la receptoría y Trea Turner en el campo corto, esto no impidió que el pelotero latino se robara otra almohadilla.
En esa misma entrada, pero con dos outs y corriendo por segunda, nuevamente Dairon Blanco se burló de la defensa y consiguió estafar la antesala.
Tres, fueron las bases robadas que totalizó el cubano en la noche del viernes, llegó a 12 en 15 intentos.
En 20 ocasiones el jugador de Kansas City ha logrado embasarse, con este promedio de almohadillas estafadas su efectividad se encuentra por encima de su media.
Acá te dejo la evidencia de los robos de Blanco…