Por Juan Páez
Si había siquiera una ligerísima posibilidad de que Carlos Correa regresara a los Astros de Houston a partir de la temporada 2023, la postemporada 2022 de las Grandes Ligas mató cualquier chance, sin importar cuán pequeño era. Durante la más reciente edición de la fiesta de octubre, el novato Jeremy Peña causó sensación con los siderales y fue Jugador Más Valioso tanto de la Serie de Campeonato como de la Serie Mundial.
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La salida de Correa de Houston causó incertidumbre y tristeza en el entorno del club sideral. Era lógico. Se marchaba uno de los más grandes líderes del equipo, uno de los mejores campocortos del juego y el hombre que acaba de ganar Guante de Oro y de terminar quinto en la votación al MVP de la Liga Americana. Pero los Astros tenían un as bajo la manga, y ese era el jovencito dominicano Peña, de entonces 24 años de edad y sin experiencia en la Gran Carpa.
De entrada, se sabía que, si los Astros no iban tras otro shortstop de categoría, le entregarían a Peña la responsabilidad de ser el parador en corto en el Opening Day. Y así fue. Aunque le costó ser consistente en su primer año, Peña demostró en su segundo mes que estaba listo para el mejor béisbol del mundo, al batear para .333/.353/.519 en mayo, con cuatro jonrones en 23 juegos.
Y si bien es cierto que su primer año en las Mayores estuvo lejos de ser perfecto o demasiado destacable a la ofensiva, Peña sacó 22 pelotas del parque, impulsó 63 carreras, soltó 20 dobles, anotó 72 veces y hasta se robó 11 bases en 13 intentos. A la par, mantuvo una defensa intachable que hizo olvidar las joyas de Correa en la posición número seis al campo. De hecho, tan buena fue su labor en el terreno que volvió a traer el Guante de Oro a Houston y se convirtió en el primer parador en corto novato en obtener tal reconocimiento.
Luego vino lo más importante: la postemporada. Sabiendo que Correa fue siempre un héroe para los Astros en los playoffs, Peña se puso también el traje de hombre heroico. Tras irse de 16-4, con jonrón, en la Serie Divisional contra los Marineros de Seattle, guardó lo mejor para las instancias posteriores.
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Frente a los Yankees de Nueva York en la Serie de Campeonato, ligó para promedios de .353/.353/.824, con dos dobles, dos cuadrangulares y cuatro fabricadas, suficiente para ser reconocido como el Jugador Más Valioso de la instancia. Pero lo mejor estaba por llegar, pues Peña también fue una absoluta estrella en la Serie Mundial.
El novel torpedero también se lució contra el pitcheo de los Filis de Filadelfia en el Clásico de Otoño. En la definitoria etapa, ligó de 25-10, con par de biangulares, un vuelacerca, trío de impulsadas, cinco anotadas y frecuencias de .400/.423/.600 para alzarse también con el MVP. En total, a lo largo de la postemporada, Peña dio 20 hits en 58 turnos legales con el madero y dejó una línea ofensiva de .345/.367/.638, con ocho producidas.
Todo esto entierra la posibilidad de ver nuevamente a Correa en Houston, incluso luego de que el boricua rescindiera su contrato con los Mellizos para entrar de nuevo a la agencia libre. Peña es el campocorto del presente y futuro en el equipo texano.
