¿Podrá Carlos Correa guiar otra dinastía con Houston Astros?

Paola García

MLB

El verdadero desafío del pelotero boricua Carlos Correa será convertir el pasado (las lesiones) en impulso y no en sombra.

El verdadero desafío del pelotero boricua Carlos Correa será convertir el pasado (las lesiones) en impulso y no en sombra.

Cuando el pelotero boricua Carlos Correa volvió a vestir el uniforme de la franquicia de Houston Astros en 2025, no hizo falta una presentación. El público del imponente «Minute Maid Park», casa de los siderales, sabía quién era ese número 1 que corría hacia el campocorto, con el mismo ímpetu y el mismo gesto concentrado que años atrás.

Este sorprendente canje llevado a cabo en la fecha límite de dicho accionar, dejó al todo el sistema deportivo de las Mayores boquiabiertos, pero revivió las expectativas de un conjunto que añoraba una vez más obtener su pase a la postemporada, situación que finalmente no se consolidó.

El regreso de Carlos Correa, apodado en MLB como «I’m Groot», tras el cambio que lo sacó de Minnesota Twins a mitad de temporada, le permitió reencontrarse con la memoria colectiva de una franquicia que lo vio crecer, caer y levantar trofeos. El ambiente indudablemente cambió con su presencia y la defensa volvió a sentirse mucho más segura en el infield.

Cambio de aire para Carlos Correa

No fue su mejor año estadísticamente (aunque cerró con promedio madero en mano de .276), pero sí uno de los más significativos a nivel profesional por este traspaso de ambiente que no estaba en sus planes. A su manera, Correa volvió a ser el faro que Houston necesitaba.

Esa versión calmada del pelotero boricua le permitirá a los dirigidos por el timonel Joe Espada encaminar sus objetivos en la venidera temporada 2026 presagiando, incluso, la capacidad de ser uno de los guías principales para enrumbar hacia el sendero de las victorias a los siderales.

Correa siempre ha tenido una relación intensa con Houston. Fue el rostro de una era gloriosa, pero también el símbolo de una etapa polémica. Salir fue un golpe y volver fue una especie de reconciliación consigo mismo, ya que los fanáticos nunca dejaron de admirarlo.

¿Podrá volver a ser el alma del equipo?

En su retorno, Carlos Correa prometió compromiso con la camiseta, situación que cumplió en las primeras de cambio al exhibir todo su poder tras superar varios baches por lesiones.

Lo más interesante de su caso va más allá del rendimiento, pues queda una pregunta flotando: ¿Podrá liderar otra dinastía en Houston? Correa parece dispuesto; asimismo, su defensa sigue siendo élite y con una gran experiencia podrá impartir respeto y disciplina en cada rincón del dugout tejano.

Quizás su verdadero desafío será convertir el pasado (las lesiones) en impulso y no en sombra. Con la motivación intacta, Carlos Correa encara el 2026 con la serenidad de quien ya entendió que las historias más grandes no siempre se escriben en la primera etapa, sino en el regreso.

Con Houston participó en un total de 51 encuentros (200 turnos al bate), conectó 58 hits, 10 dobles, seis jonrones, impulsó 21 carreras, anotó otras 23 y su average fue de .290, con un OBP de .355 y un OPS de .785.

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