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La noche del 31 de mayo resaltó una vez más el talento del boxeador cubano Yoenli Feliciano (8-0), quien solventó con éxito su combate de mayor rigor hasta el momento en el deporte profesional, en el escenario del Michelob Ultra Arena, en Las Vegas. El nombre del estadounidense Kyrone Davis en la esquina contraria levantó preocupación en las jornadas precedentes, pero el exintegrante de los Domadores no dejó margen a las dudas.
El dictamen positivo de «Yo-Yo» fue una realidad por la vía de la decisión unánime, tras 10 rounds brillantes y repletos de capítulos de glorias para el representante del Team Canelo. Las acciones cumplieron con las expectativas y ambos protagonistas no se escondieron en esquivas e intentaron imponer la fuerza de sus puños.
Plan exacto de Yoenli Feliciano
Sin embargo, la vasta experiencia de Kyrone Davis chocó contra una muralla insalvable. Desde el mismo primer round se certificó que el cubano arribó al boxeo rentado con serias pretensiones y está inmerso en una trayectoria que lo impulsa en cada batalla un paso más.
Escaramuza tras escaramuza, la sentencia se dictó. Kyrone Davis quiso emboscar al bicampeón mundial amateur, pero la agilidad y la efectividad de este último fue insalvable para el norteamericano. Cada planificación del oriundo de las barras y las estrellas chocó con una respuesta más sólida.
El segundo episodio fue testigo de la ambición del cubano, quien conectó repetidas veces a su contrincante y este cayó al encerado, aunque se recuperó y siguió la pugna. Yoenli Feliciano acaparó la mirada del público que se dio cita en Las Vegas, gracias a su depurada técnica y a un estilo fuerte.
Los compases de la liza siguieron la misma línea en cada minuto que se esfumó, en la cual la victoria del camagüeyano nunca estuvo en riesgo. El décimo round cerró la contienda y todos supieron en ese instante que el potencial del caribeño es una interesante carta de presentación que lo convirtió en candidato a soñar con una confrontación por un título mundial. La oficialización por parte de los jueces le otorgó carácter legal al resultado, con el cual el invicto del triunfador se mantuvo sin manchas.
La confianza como divisa
La actitud de Yoenli Feliciano fue contundente y cumplió con el propósito que nos narró en exclusiva para nuestro medio de comunicación Swing Completo en días recientes, cuando nos confesó que supo desde el inicio de este proyecto que iría a una verdadera prueba de fuego.
«Sé que ha peleado con muchos atletas reconocidos, a mí eso no me importa ni me interesa, porque con un atleta como el que yo voy a enfrentar ahora es lo que están pidiendo la gente que me critican. Para mí es un reto mayor, para demostrarle al mundo quien es Yoenli Feliciano Hernández Martínez y esta es una gran oportunidad para dar un poco más de qué hablar. Con respecto a él no estoy preocupado, me gustan los retos y él es un obstác*lo en mi carrera que tengo que superar», dijo.
La victoria sonrió nuevamente al boxeador cubano, quien ya está dispuesto a retar a los máximos líderes de su categoría. Lo que sucedió este 31 de mayo le insufló esperanzas y ánimos renovados.