Cubanos MLB 2018: El Yuli fue una grúa con corredores en posición anotadora

Por Juan Páez / @jmanupz

A lo largo de los años, Yuli Gurriel ha demostrado ser un jugador constante no solo en las Grandes Ligas, donde apenas tiene tres temporadas (dos completas), sino en todos los campeonatos que ha jugado en distintos niveles. Hasta ahora la Gran Carpa no es la excepción y, en 2018, redondeó una respetable ronda regular que lo deja como uno de los bateadores clave en la alineación de los Astros de Houston. Su campaña terminó este jueves, cuando los Medias Rojas de Boston acabaron con los siderales en la Serie de Campeonato de la Liga Americana.

Gurriel participó en 136 juegos durante la etapa eliminatoria de 2018 y conectó 156 imparables, con 47 extrabases en total: 33 dobles, un triple y 13 estacazos de vuelta completa. Empujó 85 carreras, anotó en 70 ocasiones, tomó 23 bases por bolas, se ponchó 63 veces y ligó para .291 de promedio con el madero. Su OPS fue considerablemente inferior al del año pasado, pues quedó en .751 (en 2017 registró .817).

En general, aunque el “Yuli” disminuyó un poco su poder y sus conexiones de dos o más esquinas, tuvo una campaña positiva en muchos aspectos. Ejemplo: impuso tope personal en el departamento de remolcadas, al totalizar 10 más que en la zafra anterior (75).

Otro punto bárbaro en el rendimiento del primera base de los Astros es que literalmente destrozó a los lanzadores zurdos. Ante ellos promedió .331, gracias a 53 indiscutibles en 160 oportunidades oficiales. Les pegó nueve dobletes y les sacó siete pelotas del parque, con 31 fletadas y un OPS de .889, bastante distante del que registró hace un año (.693).

Responde siempre y como sea

Gurriel, en una de sus mejores características en esta temporada, fue una grúa para Houston cuando entraba a batear con corredores en posición anotadora. De hecho, tuvo la segunda mayor cantidad de imparables (56) y el segundo mejor average en todas las Grandes Ligas (.403), solo por debajo de JD Martínez (61) y de Joe Mauer (.407), respectivamente.

Durante esta campaña, los Astros le dieron un uso particular a Gurriel, uno que no le habían dado en zafras pasadas. En pocas palabras, lo convirtieron en un utility y lo usaron alrededor del cuadro.

El nacido en Sancti Spiritus disputó 109 duelos en la inicial, 21 en la tercera base, 15 en la intermedia e incluso dos en las paradas cortas, además de 15 como bateador designado. Pese a eso, en toda la zafra solo registró cinco errores en 895 chances totales.

Gurriel, quien tuvo tres rachas de 10 o más incogibles, inyectó un plus a su actuación con un tremendo mes de septiembre, justo antes de entrar en la postemporada. En la última treintena de la ronda regular, dio 32 inatrapables en 90 turnos legales (.356), con cuatro biangulares, cinco vuelacercas, 21 remolcadas y 14 vueltas al cuadro.

Pese a redondear de buena manera la primera fase de la temporada, el “Yuli” no estuvo del todo fino en los playoffs. En la Serie Divisional, contra los Indios de Cleveland, solo soltó dos hits en 11 chances válidos, aunque mejoró un poco en la Serie de Campeonato, frente a los patirrojos, con cinco indiscutibles en 20 oportunidades oficiales, incluyendo un cuadrangular.

Un buen punto es que llegó a 26 juegos de por vida en la postemporada. Entre cubanos, ese es el séptimo registro más alto. Por superar, tiene cerca a Yasmani Grandal (27, aunque va a la Serie Mundial), José Canseco (30) y Kendrys Morales (32).

Estadísticas de Yulieski Gurriel de por vida en las Grandes Ligas: