Danny Jansen logró un hecho histórico dentro de Major League Baseball (MLB), cuando sea el receptor de Boston Red Sox en el juego de este lunes 26 de agosto ante Toronto Blue Jays, que se jugará en el mítico Fenway Park producto de una reanudación debido a la suspensión del compromiso del 26 de junio donde al principio estuvo en el roster del conjunto canadiense.

El catcher de 29 años llegó a la institución patirroja el pasado 27 de julio, cerca de un mes después de jugar con Toronto Blue Jays ante Boston Red Sox en un partido que no se pudo culminar el pasado 26 de junio, debido a una torrencial lluvia que no dejó jugar más allá de un inning y un tercio de encuentro. Allí Danny Jansen recibió los lanzamientos del cubano Yariel Rodríguez, quien fue el pitcher abridor de los canadienses.

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Pero ahora, el tiempo pasó y la situación ha cambiado, aunque ese partido se reanudó a las 2:00 PM, hora del Este de Estados Unidos, tuvo la particularidad de que Danny Jansen no cubrirá el plato de Toronto Blue Jays, sino el de Boston Red Sox, conjunto al que llegó vía cambio por Cutter Coffey, Eddinson Paulino y Gilberto Batista.

No obstante, lo histórico del evento es que desde que se fundó la pelota organizada en Estados Unidos, en 1876, es decir, hace casi 150 años, nunca había logrado esto que hará el careta. De esta manera, en un deporte más que centenario sucederá una de las pocas cosas que nunca habían pasado y es que Danny Jansen se convirtió en el primer pelotero de la historia en jugar el mismo partido con equipos diferentes.

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Danny Jansen se asentó dentro de Boston Red Sox

Desde que se incorporó al plantel de Boston Red Sox, Danny Jansen ya ha jugado 14 compromisos. En esos cotejos el receptor ha tomado 33 turnos en los que sumó nueve hits, de los cuales un par fueron batazos de vuelta completa. Esos dos cuadrangulares y los siete sencillos contribuyeron a que remolque cinco carreras y cuatro anotadas, con un promedio al bate de .231.

Unos números un poco más altos que los registrados en Toronto Blue Jays, donde en 61 encuentros acumuló seis jonrones, 13 dobles, 18 empujadas y 27 pisadas al plato.

Ahora tocará esperar que se dé la voz de «Playball» en Fenway Park y se escriba una página más en la historia de la pelota de Grandes Ligas.