Mantenerse en Grandes Ligas nunca es tarea fácil para un joven prospecto, más aún cuando es propiedad de un equipo tan exigente dentro de MLB como lo son Los Angeles Dodgers.

Sin embargo, el infielder cubano, Miguel Vargas, ha dirigido sus días con disciplina, compromiso y mucho fervor, valores que le han dado lugar en Los Angeles y después de un inicio complicado, está consolidándose en el «Big Show».

El oriundo de La Habana ha tenido un despertar ofensivo progresivo durante sus últimos 15 juegos de la temporada. En 55 turnos pego 13 imparables, dio tres jonrones y empujó 14 rayitas.

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Mucho se ha hablado de Miguel Vargas y su mejor versión, sin embargo, muchos expertos han conectado el inicio lento del cubano con la lesión que sufrió a principios del Spring Training en su muñeca y tuvo prohibido hacer swing durante los juegos.

En general, Miguel se ha visto efectivo y muy útil desde los ojos del mánager Dave Roberts. En 2022, Vargas tuvo un paso breve con Dodgers en Las Mayores, allí jugó como tercera base, inicialista y left fielder; nunca como segunda base.

No obstante, la posición diaria en esta temporada de Vargas es la intermedia, transición que ha realizado este año y se ha visto cómodo allí, pero también jugó trío de juegos en primera base.

Básicamente se ha adaptado de maravilla, con algunos contratiempos, pero lógicos de su situación de mudanza de posición defensiva.

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En total, Vargas ofensivamente batea para .227, producto de 30 imparables en 132 turnos. Tiene cinco cuadrangulares y 22 carreras impulsadas (quinto mejor de Dodgers), convirtiéndose así en uno de los mejores productores del equipo.

A nivel defensivo, Vargas ostenta un porcentaje de fildeo de .979 en 316 episodios registrados.