Las despedidas son dolorosas en cualquier ámbito, pero más aún cuando la carrera de un pelotero llegó a su pico más alto. Colgar los spykes no es tarea fácil. Miguel Cabrera grabó gratos recuerdos en su memoria teniendo en frente como rival a New York Yankees, y ahora le dirá «adiós» a la «Gran Manzana» después de 21 temporadas.

Un flashback remontará por allá en 2003, a un jovencito pelotero que se encargó de comandar una ofensiva casi perdida de Florida Marlins a mitad de temporada, al punto de llevarlos hasta la Serie Mundial.

Dicho evento tuvo como gran protagonista a José Miguel Cabrera, como se le conocía en aquellos tiempos. Enfrentó al mítico Roger Clemens, representante de Yankees, para el «Clásico de Otoño» en el Juego cuatro.

Clemens intentó intimidar al venezolano con una recta que pasó cerca de su rostro. Pero pitcheos más tarde, terminó con uno por detrás de la barda del jardín derecho, imponiendo lo que sería a futuro.

Después de más de dos décadas, Cabrera se despedirá del «Yankee Stadium», cuando Detroit Tigers inicie serie de tres compromisos.

El dirigente A.J Hinch alineó al futuro Salón de la Fama como quinto hombre ofensivo y bateador designado, para el compromiso 149 en el calendario regular.

Será la cuarta ocasión del año que esté como quinto en la toletería. Dejó un jonrón y tres impulsadas, resultado de dos inatrapables.

Esta será la última vez que New York y Detroit se vean las caras por lo que resta de zafra.

Para Miguel Cabrera es muy importante dicha serie MLB, de conseguir un cuadrangular más, será la undécima franquicia que le conecte 20 o más de por vida.

El natural de La Pedrera, plasmó línea ofensiva de .257/.322/.671, con tres vuelacercas, 16 dobles, 27 impulsadas, 70 hits en 81 compromisos.