El futuro miembro del Salón de la Fama de Cooperstown, el venezolano Miguel Cabrera, recibió en su casa a New York Yankees para enfrentarlos en una serie de cuatro compromisos la tarde de este lunes 28 de agosto.
Reese Olson fue el encargado por el conjunto de Detroit Tigers de llevar la fiesta desde el montículo en el Comerica Park, por otro lado, Luis Severino cargó con la responsabilidad guiar a los dirigidos por Aaron Boone. El criollo y número 24 del equipo bengalí alineó como sexto en el orden y bateador designado.
Miguel Cabrera no tiene nada que demostrar, de hecho, se está disfrutando cada turno en el plato como si fuera el último (aunque no estemos muy distante de esa realidad). Fue precisamente eso lo que hizo el slugger al tomar el bate por primera vez en el cotejo: Al momento de entrar en el cuadro de bateo le guiñó el ojo, le regaló una sonrisa y hasta un beso en señal de cariño le envió al lanzador dominicano ¿O era una disculpa adelantada?
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Sucede que Luis Severino sabía a quien tenía en frente, no en vano «El Tigre Mayor» es considerado uno de los bates derechos más peligroso en la historia de Las Grandes Ligas. El monticulista de New York retó con todo su potencial al venezolano, al punto de enviarle nueve lanzamientos, ocho de ellos en recta por encima de las 95 mph.
Después de llevarlo a conteo de 3-2, Miguel Cabrera sonó una poderosa línea a 98.9 mph directo al lanzador de Yankees, al punto que, de no reaccionar de la manera que lo hizo, la historia que te estaría contando fuese otra.
Severino tuvo la habilidad de mover rápidamente su cara y colocar el guante en la trayectoria del bate, pese a que logró conseguir que «Doña Blanca» hiciera contacto con su herramienta de trabajo, no pudo dominarla debido a la contundencia del batazo.
El de Maracay alcanzó su indiscutible 3152 en la historia de MLB con lo que empató a Paul Waner en el puesto 18 en Las Mayores.
¡Enhorabuena Miggy, eres inmortal!