Por Juan Páez
Aunque el mercado de las Grandes Ligas se ha movido lentamente desde que terminó la temporada, salvo raras excepciones de días de mucha acción, solo quedan tres peloteros cubanos buscando trabajo para la próxima temporada de las Mayores. Se trata de Yasiel Puig, Yoenis Céspedes y Rangel Ravelo, dos de los cuales no la tienen del todo fácil para regresar a los diamantes de la Gran Carpa.
Hagamos a un lado a Puig. Hay varios equipos interesados en él y todo indica que, tarde o temprano, firmará un contrato con alguna de las 30 organizaciones del big show. Su edad, su forma física y su historial respaldan sus posibilidades de llegar a un acuerdo antes de que comiencen los Entrenamientos Primaverales.
El problema es para los otros dos: Céspedes y Ravelo. De ninguna de estas dos figuras cubanas se ha escuchado nada entre la ola de rumores que se levanta a diario en el entorno de la Major League Baseball. Su nombre se dejó de escuchar inmediatamente al quedar libres por los Mets de Nueva York (en el caso de Céspedes) y por los Cardenales de San Luis (en el caso de Ravelo).
Toca hablar primero de Céspedes. La Potencia estaba haciendo todo bien: cumplió con su rehabilitación, había construido un entorno de confianza con su verbo —diciendo que iba a sacar 50 pelotas del parque— y su enmendado contrato con los Mets estaba lleno de incentivos para que peleara, a punta de batazos, por ganar más dinero. Pero en cuestión de días, todo se derrumbó para la millonaria estrella antillana.
Además de mostrar su descontento por ser bateador designado, de un día para otro abandonó el equipo sin dar la cara. Fue su representante quien acusó razones relacionadas a la pandemia del COVID-19. Pero indudablemente la imagen de Céspedes, al igual que su relación con el equipo neoyorquino, terminó en muy mala posición.
Esta vez la situación parece cuesta arriba para él. Quien hasta hace poco era uno de los bateadores más temibles del juego, ahora es uno de tantos veteranos (35 años) en busca de un empleo para la venidera zafra, cuyo Opening Day es en poco más de dos meses. Pero más allá de eso, Céspedes solo ha disputado ocho compromisos en las Mayores desde mediados del 2018, todos el año pasado en su retorno a la acción.
En su amarga despedida con los Mets, el isleño dejó mucho que desear. Si bien conectó dos jonrones en ocho desafíos, se ponchó 15 veces en solo 34 apariciones al plato y dejó una pobre línea ofensiva de .161/.235/.387. Salvo que repentinamente salga un acuerdo de la nada, parece que Céspedes tendrá que esperar un buen rato y ser paciente si sus aspiraciones son volver a aparecer en el mejor béisbol del mundo.
Caso Ravelo
¿Se arrepentirá Rangel Ravelo de no haberse marchado al béisbol coreano el año pasado? A inicios del 2020, un club de la Organización Coreana de Béisbol (KBO, sus siglas en inglés) mostró interés en el experimentado bateador, pero este decidió pelear por su consolidación en Grandes Ligas en lo que era una oportunidad más con los Cardenales.
En la muy particular zafra 2020 de las Mayores, Ravelo no tuvo la mejor de las suertes. Además de padecer de coronavirus, no aprovechó los pocos chances que recibió y los pájaros rojos no tardaron mucho en dejarlo libre para ahorrarse unos cuantos dólares.
Al igual que el de Céspedes y a pesar de que se mantuvo activo hasta el último momento en el torneo invernal de la República Dominicana con las Águilas Cibaeñas, su nombre no suena por ningún lado. Y para su desgracia, tiene aún mucha competencia en la agencia libre, cargada de un sinfín de peloteros con experiencia que pueden cumplir su papel de bateador de banca.
Es cierto que queda poco menos de un mes para la primera jornada de los juegos de exhibición en el Spring Training, pero Céspedes y Ravelo no tienen la mejor de las realidades para conseguir un contrato en la Gran Carpa. ¡Es hora de que sus agentes trabajen!