Aroldis Chapman sigue mostrando su mejor versión esta temporada. Su velocidad continúa alcanzando valores de antaño y aunque no ha tenido un rol como cerrador titular en toda la temporada con el Kansas City Royals, si ha tenido muy buenas salidos como relevista intermedio.
Pero la noche de este martes, 23 de mayo, ante los Tigres de Detroit, volvió a la función por la que ha hecho historia en las Grandes Ligas y no defraudó.
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Entro los rivales enfrentados estuvo un compatriota suyo, el pinero Andy Ibáñez, quien fue traído como emergente para enfrentarse específicamente a él.
Comenzó a trabajarlo con un rectazo de 99.9 MPH pero demasiado adentro y se puso debajo en el conteo. Con otra rápida, pero de 98.6 MPH igualó la cuenta y todavía Ibáñez no le hacía swing a ninguna bola lanzada por el holguinero.
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Fue entonces que Chapman cambió de estrategia y lo trabajó con una splitter bajita a 88.8 MPH que el cubano impactó la bola a 106 millas por hora de velocidad de salida pero el batazo salió de frente al torpedero y fue retirado por la vía 6-3.
Ibáñez fue el único que pudo pegarle a la bola pues luego ponchó a dos y regaló un boleto y de esa manera se apuntó su segundo rescate de la temporada al concretarse la victoria de los Reales ante Detroit 4×1.