Por Alexander García Milián
Nunca me creeré el oráculo, ni el gran gurú, ni el nada, menos en materia de béisbol; solo soy un simple aficionado, como usted, un ciudadano de a pie de los que luchan a diario por poner el plato de comida a su mesa. Pero cuando leí ese artículo en la web de ESPN me quedé asombrado, me interesó, Puerto Rico había armado buen trabuco para los centroamericanos y era favorito para los especialistas, de acuerdo a la mayoría de los analistas, el elenco de Igor González tenía las armas suficientes para imponerse en el evento, sobre todo pitcheo.
Empezar hablando de Puerto Rico, de mí, parece sorna querido lector pero no. Las analogías llegan solas, todas las que se piensen y en el caso particular de quién escribe, las acotaciones que esgrimiré están condicionadas por la polémica que despertará hace días, un artículo que escribí para esta web, en el cuál lastraba la anémica proyección del periodismo deportivo en la Isla.
Para iniciar, darle play a la acción, Cuba cayó ante Puerto Rico y Venezuela,- los primeros juegos de verdadero peso en Barranquilla- la cara verdadera de la selección fue esa; la de un equipo cansado, fatigado; ya contra Panamá las cosas se tornaron grises para los criollos,- una carrera sucia al inicio y ya- luego contra los boricuas la salsa se les agrió y con el 8 a 1 las esperanzas de ganar un título que no pierden desde los Centroamericanos de la Habana en 1982, esas esperanzas ya empiezan a esfumarse. Para rematar llegó Venezuela y ya el bronce parece un sueño lejano…
Antes de continuar, vale alegar que este torneo beisbolero es muy superior al de hace 4 años en Veracruz donde Cuba ganó, escoltada por Nicaragua. En esta edición, participan una mayor cantidad de jugadores provenientes de ligas menores y otros torneos independientes, así como de varios con experiencia incluso al más alto nivel de las Grandes Ligas. Pero igual un torneo de esta índole, debe ser un paseo para la selección nacional que de modo eufemístico- debo decir una vez más- es esa que está ahí en Colombia,… Y sobran aclaraciones… ¿eh?
El motivo del trabajo, de esbozar este cúmulo de caracteres vuelve a ser una y otra vez el excelso amor por la pelota pero más aún el respeto al pueblo, a los fanáticos, a las personas que siguen por radio, en apartados rincones de Cuba el béisbol, este mismo torneo; a usted estimado lector.
La indignación por ese vigor triunfalista que sigue roendo a nuestro pasatiempo nacional, lacera las esperanzas y ofende a la inteligencia de muchos que se actualizan, que siguen el béisbol, esos que van a las estadísticas, a los números.
Yo mismo , siguiendo casi a diario, ESPN, Las Mayores, Baseball América, Sport Ilustred, Bleacher Report; paginas todas especializadas en deporte y con gran énfasis en béisbol; aún así me sigo considerando un simple y humilde conocedor , alguien que solo desea compartir sus reflexiones.
La falta de respeto topa el límite y no es secreto,- bueno oculto,… un grito a voces- de que Cuba, con ese equipo; aquí hago la pauta- es el mismo equipo que llevaría Dominicana, Venezuela, Puerto Rico, el mismo México a una competencia como la de estos juegos regionales- … sigo,… Cuba con este equipo pudiera subir al podio pero el oro luce muy lejos.
Un simple factor lo vuelve a condicionar todo, la desmotivación, la falta de deseos y ganas, algo más que comprensible, pues a estas alturas , en pleno siglo XXI , ningún beisbolista aspira a quedarse jugando solo su Liga y por compromiso que detenta suprema necesidad, firmar algún que otro contratillo en Ligas Independientes.
Señores, la tela se estira y aún se necesitan tijeras para cortar, para seguir cortando y quizás entender de una vez y por todas que en el béisbol estamos en una época de cambios,… también – ¿Por qué no?,… en un cambio de época.