El factor suerte y el Cuba en la Serie del Caribe

Alexander García Milián Ya pasado el tiempo, los hechos me han dado la razón una vez más; las horas han triturado las esperanzas de millones de aficionados y en la Serie del Caribe, no se quiere ni pensar. Este lunes 4, al mediodía, mientras esperaba con ansias el comienzo del partido inaugural de la sesenta […]

Alexander García Milián

Ya pasado el tiempo, los hechos me han dado la razón una vez más; las horas han triturado las esperanzas de millones de aficionados y en la Serie del Caribe, no se quiere ni pensar.

Este lunes 4, al mediodía, mientras esperaba con ansias el comienzo del partido inaugural de la sesenta y una edición del torneo; mientras eso pasaba, en Meridiano Deportivo, otra vez, los sabios y dueños de la verdad- me refiero a los comentaristas deportivos- hablaban otra vez del tema Cuba, Las Tunas, posibilidades; los Leñadores el gran favorito- dijeron; repitieron para ser más específicos.

Eso fue el lunes y ya ha pasado casi una semana: entonces el tema carcome a los fanáticos en la Isla, sobre el comentaremos igual, desde otras perspectivas, con nuevas aristas que refresquen un poco esa nefasta situación que provoca el excesivo espíritu triunfalista que inunda todo y nos lleve a la realidad.

Esa realidad que hoy nos pone de nuevo contra la pared y ahoga el grito a muchos de los cómplices de lo mal hecho, como ese compañero- debe saber quién es- pero me reservo el nombre; para que después no hable de ética.

Cuando Las Tunas, bueno, el equipo Cuba ganó el primer juego a México, todo fue fiesta y nada más. Nadie hablo de la falta de productividad ofensiva, de cuanto fallo el pitcheo relevo, pero bueno nuestros periodistas y comentaristas son así, expertos en simulación.

Ayer, cuando México le ganó a Cuba; ya la cosa estaba clara y las palabras se las había comido un chivo.

Aquella vez, en el show de las doce; la cuestión, estribo en que uno de los presentadores, hablo del evento, y del factor suerte, como podía influir;- Granma jugo bien los dos últimos años pero perdió el bueno-  dijo el, luego agregó, – hay que ver como se comienza y como se termina, es un torneo corto; argumentos gastados estos pero bueno.

Para rematar este señor habló del factor suerte en la pelota y como podía decidir a favor o en contra de Las Tunas.

Luego los cubanos caen por estrecho margen, 1-0 ante Venezuela, se pegan solo cuatro hits, el equipo parecía compuesto por bebes de círculos infantiles, todos gateaban ante los envíos del derecho Wilfredo Boscán. Aquí se prendieron las alarmas…

Entonces yo me pregunto… ¿Qué es el factor suerte? Pienso enseguida que la perspectiva de esta persona busca una vez más poder justificar un posible resultado negativo del equipo Cuba en Panamá, – como ha pasado- pero continuamos.

Ya en artículos anteriores habíamos comentado sobre las posibilidades de los antillanos. Comentamos cuando dijeron, y fue el mismo personaje- Las Tunas es el gran favorito- así con gran incluido; en ese entonces acotamos de que los lanzadores de la Serie del Caribe, sin ser grandes estelares, estaban varios escalones por encima.

Alegamos además de que en nuestro torneo doméstico no estamos acostumbrados a ver rectas sostenidas de 92-93 millas, splitter, cutter, todo un arsenal ante el cual perecen una y otra vez nuestros peloteros en lides foráneas.

Cuando Ayala comete la pifia que a la postre define el partido, ¿Dónde está el factor suerte?, bueno, seguro en la mala defensa.

O cuando Alarcón le tira a un cometa, a un buey volando, a lo que sea y es el out más fácil; ¿Dónde está el factor suerte?, seguro en la disciplina y el enfoque de Yosvani.

Cuando no se batea, cuando no se saca el out a la hora buena, ¿Dónde está el factor suerte?; ¡Señores!, ¡Qué factor suerte, ni factor suerte!

La calidad, el saber lo que se debe hacer en el momento preciso, la buena defensa, el bateo oportuno, el pitcheo dominante; esos son los elementos, las condicionantes que definen un juego de béisbol, no el factor suerte.

Lo causal siempre tiene causas pero bueno, eso parte de un principio filosófico que no me detendré en argumentar, por respeto a Swing y a su esencia y porque se además que ese compañero no sabe de filosofía, ni la efe.

Estimados lectores, hasta aquí, por ahora hasta aquí. Esta es mi opinión sobre el tema,  yo no, pero… ¿Creen ustedes en el factor suerte?

Nos vemos a la vuelta.

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