Por Alexander García Milián
Es hedor a podredumbre, nauseas, hastío, sensaciones que solapan las esperanzas que de pronto, así como un gélido viento, se asoman simulando ser luz.
La noticia sobre la reunión de Roberlandy Simón, Maikel Sánchez y Raidel Hierrezuelo con el Comisionado Nacional de Voleibol, Ariel Sainz, es para muchos la bomba del momento y no es menos cierto pero…
Vuelve la bruma, el silencio, la oquedad al decir, la parquedad al comunicar; la prensa se acerca pero solo sondea, navega como siempre en escuetos discursos y frases gastadas.
La información salió primero como rumor, luego fue confirmada por varias vías y cuando se volvió pública, todos clamaron al cielo.
Las palabras comenzaron a emerger, – volverán, seremos grandes otra vez- y entonces sale Sainz alegando que es un proceso de consultas, habla de fase exploratoria y todavía no se determinara si se aprueba o no; hasta ahí, silencio total sobre aspectos vinculados a las conversaciones.
Solo mediante los mensajes emitidos por Simón, se pudo conocer que las cuestiones principales versan sobre las garantías respecto a los jugadores y sus contratos en el extranjero, pero igual hasta ahí, no hubo más; insistieron un poco por aquí y por allá pero nada hay en concreto.
Ahora mismo entiendo que algunos temas se deben manejar en secreto; veo a Sergio Ramos en rueda de prensa comentando sobre los chismes que lo daban fuera del Real Madrid, hablo de su charla con Florentino, dijo que el tema dinero no había estado sobre la mesa, que hubo molestias pero que todo se solucionó. Este es solo un ejemplo, se mantiene lo grueso bajo el tapete pero se dan informaciones claras al respecto, para no sembrar dudas y desechar los malos comentarios.
De igual manera, veo que en la Liga Mx en México, Miguel Herrera, Ricardo Ferretti, Nacho Ambriz y Pedro Caixinha hablan y dicen las cosas, incluso más allá del límite; también lo hacen los presidentes deportivos de Cruz Azul o del América; del secretismo no existe ni la e… ¿Entonces?
Si la cuestión es de dinero, si se trata de tener requisitos especiales para poder regresar; ¡díganlo señores!, que la gente sepa, que conozca que se maneja con los voleibolistas; no dejen más margen a la especulación, deben aprender de una vez a respetar al público, al aficionado que ahora mismo sueña con ver al equipo Cuba en Tokio 2020 , con tener una selección de primer nivel, con ver a Osmany Juantorena con el uniforme de las cuatro letras y no con el de Italia.
Las expectativas crecen, aumentan día a día, se habla de que será este caso del vóley un experimento para otros deportes, pero nada está totalmente claro.
Por ahora, cuando miramos bien, con una perspectiva profunda, lo que hay es nada… Esperemos que el tiempo no nos de alguna sorpresa que destroce las ilusiones y que en agosto, durante el evento preolímpico podamos ver por Cuba al verdadero conjunto masculino de voleibol.
Nos vemos a la vuelta.