Tampa Bay Rays quiere aprovechar su localía ante uno de los peores equipos de la presente temporada de la MLB, Colorado Rockies, para seguir su incansable lucha por el banderín de la complicada División Este de La Liga Americana. Para ello cuenta con figuras como Randy Arozarena quienes dicen presente durante cada jornada.
El Tropicana Field recibió al equipo de Denver por segunda noche consecutiva con el recuerdo aún fresco de la paliza que le propinaron los de La Florida, un encuentro que terminó con pizarra de 12×4 donde precisamente el cubano tuvo una participación trascendental.
¡Pero eso es pasado, vamos al presente!
Randy Arozarena fue alineado como segundo en el orden al bate y jardinero izquierdo por el máximo timonel de Tampa, Kevin Cash.
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En su primer turno en la caja de bateo no tuvo suerte, ya que fue retirado con un elevadito hacia el primera base, Elehuris Montero.
Ya en su segunda comparecencia en el plato la situación cambió por completo. El de Arroyos de Mantua castigó al zurdo Austin Gomber.
Con un out en la pizarra y conteo de 0-1, Randy Arozarena aprovechó un cambió a 80.4 mph que se quedó en la zona prohibida para mandar la bola a volar por el cielo de Tampa a 95.9 mph, suficiente para depositarla a 368 pies de distancia por el jardín central.
Este batazo de cuatro esquinas se convirtió en el número 20 de la presente campaña, registro que empata su récord personal.
El de Pinar del Río abrió la pizarra que hasta entonces marcaba igualdad a cero en la parte baja del tercer capítulo.