En Cuba se sigue hablando de la pelota del siglo pasado, los de hoy no cuentan

Por Daniel de Malas / swingcompleto@gmail.com

Mientras la Serie Nacional de este 2018-2019 anda en aún en paños menores, con muy pocos partidos jugados, el periódico Granma (a través del teclado de Sigfredo Barros) decidió dedicar un trabajo estadístico e histórico a los “Los «siniestros» más poderosos”, mencionando a los bateadores zurdos de mayor jerarquía en la pelota cubana y de la MLB. 

Alexander Malleta, segundo bateador de esa mano con más jonrones en Cuba, fue ignorado en casi la totalidad del escrito.

Resulta que, para variar, sigue funcionando aquello de ‘todo tiempo pasado fue mejor’ en la prensa cubana, en especial la oficialista (aunque varios medios alternativos también se la pasan de trabajo en trabajo endiosando a los retirados y minimizando a los peloteros actuales).

La nota en cuestión engrandece de manera superlativa a Antonio Muñoz, Agustín Lescaille y a Fausto Álvarez, mientras menciona ligeramente a Roberquis Videaux, a la vez que diviniza un batazo de Juan Luis Baró, nada más y nada menos que un torneo Meteoro de la Confraternidad.

Alexander Malleta recibió el ‘alago’ de: ‘pudiera aumentar sustancialmente su cantidad de cuadrangulares y afianzarse como el segundo jonronero zurdo de nuestro béisbol’.

Con todo el respeto que merece Sigfredo…¿EN SERIO?

A ver, no se nos ocurre comparar a ninguno con Muñoz, ok.

Lescaille fue un buen bateador, ok.

Fausto era un zurdo increíble, terrorífico, en una alineación imparable, ok.

Baró, bueno, otro de los tantos sluggers de la era del aluminio, ok.

Sin embargo, ninguno de ellos, ni siquiera Muñoz, tiene 251 jonrones exclusivamente con bate de madera.

Malleta sí.

Ninguno de ellos, ni nadie más, pegó 27 jonrones en una temporada, como Malleta con Industriales en la Serie 50.

La idea no es compararlos, Malleta llegó a ser (por las razones que fuera) 4to bate estable del Equipo Cuba por algunas temporadas internacionales, solo Muñoz tuvo ese privilegio.

Malleta ha brillado como pocos donde se separan los hombres de los niños, en la Postemporada.

Insisto, la idea no es compararlos, pero al César lo que es del César y Alexander Malleta, aún en activo, es segundo en jonrones para bateadores zurdos y tercero en empujadas (con 8 remolques más dejará atrás a Javier Méndez en el 2do escaño).

Se dice fácil, pero no lo es.

Es verdad que antes había mejores pitchers, pero bateaban con aluminio.

Es verdad que antes no perdían con nadie, o mejor dicho, casi nadie, pero jugaban contra infantes o fracasados que nunca llegaron a profesionales.

Es verdad que antes nos creíamos (nos hacían creer) los mejores del mundo, pero no había acceso a la información como hoy para saber cuán equivocados estabamos.

Y ese es exactamente el punto.

Es hora de dejar atrás los mitos, las leyendas y el pasado.

Ningún pelotero del pasado de las Series Nacionales ganó una Serie Mundial con los Cachorros como Aroldis Chapman.

Ningún pelotero del pasado de las Series Nacionales ganó dos Homerun Derby como Yoenis Céspedes.

Ningún pelotero del pasado de las Series Nacionales consiguió 11 partidos consecutivos con múltiples imparables en el mejor béisbol del mundo como Lourdes Gurriel Jr.

Entonces:

¿Hasta cuándo vamos a estar haciendo un equipo Cuba ideal sin José Abreu?

¿Hasta cuándo Braudilio Vinent va a seguir siendo el mejor pitcher la historia de Cuba?

¿Hasta cuándo vamos a endiosar a ‘los que no se fueron’ (miren el caso de Pacheco)?

La idea, vuelvo a insistir, no es compararlos, sino dejar de mitificar un pasado que fue, ya quedó, lleno de dudas, de estadísticas infladas y muchos cuentos, innumerables.

Todos, Edwin Walters, José Modesto Darcourt, Rolando Arrojo y Osmani Urrutia, han sido estrellas, pilares y protagonistas de la pelota cubana.

Alexander Malleta, guste o no, está en un lugar que se ha ganado a puro batazo.

Respetémoselo.

Sin mas por ahora,

Daniel de Malas Andreu.