El destacado boxeador cubano Yordenis Ugás ha sido uno de los más populares de los últimos tiempos. El nacido en Santiago de Cuba, ha dejado un sinfín de titulares en los medios por sus actuaciones dentro y fuera del ring. Esto, tanto por sus peleas de alto nivel como por su lucha constante por una Cuba mejor.
En esta ocasión, compartiremos con ustedes algo sobre la vida personal de Ugás, específicamente en relación a su madre, Milagros, que estuvo de cumpleaños. El experimentado boxeador compartió un emotivo mensaje en sus redes sociales, el cual le dejamos a continuación:
Feliz cumpleaños para mamá. Feliciten a mi Santa (Milagros). La vida no ha sido fácil para nosotros. Estuvimos casi 9 años cuando salí de Cuba sin vernos, ella no ha podido estar en muchos momentos importantes para mi, yo no he podido estar en muchos momentos importantes para ella. A veces pienso que todo los que hemos pasado ha sido por ser único hijo, ser único hijo no es fácil, la vida los separa, la vida molesta. No quería, pero escribiendo esto y mis lágrimas están corriendo. Pero bueno, gracias a Dios tengo vida y ella también y económicamente he podido darle todo lo que ella quiera, aunque no sea suficiente. Mi madre me dio todo, incluida mi fe. De niño no teníamos nada, solo la fe de pelear por un mejor mañana. Que Dios la bendiga siempre. Porque necesito de su oraciones cada segundo de mi vida
Yordenis Ugás y su madre Milagros
Como se sabe, Ugás es un activista por una Cuba mejor, lejos de la realidad que se vive hoy y sus acciones frecuentes en ese sentido, hacen difícil que el cubano pueda viajar a la Isla a reunirse con sus familiares.
El santiaguero escapó de Cuba rumbo a México dos años después de obtener la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008. De ahí cruzó la frontera hacia Estados Unidos e inició su camino como boxeador profesional, llegando a ser Super Campeón Welter de la Asociación Mundial de Boxeo.
No obstante, como ocurre frecuentemente con los cubanos, el día que Yordenis decidió salir en busca de sus sueños, tuvo que dejar atrás a su familia en Cuba, incluyendo a su madre Milagros, a quien no pudo ver en nueve largos años.