«Nunca me dieron el carro prometido, cuándo te retiras te olvidan», CONFESÓ Campeón Olímpico

Daniel De Malas Andreu

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Por Modesto Agüero De visita en Las Palmas de Gran Canaria, me invitaron a compartir con amigos cubanos residentes allí y cuál no sería mi sorpresa al encontrarme con el Campeón Olímpico y Mundial de Boxeo, el pinareño Juan Carlos Lemus. Se trata de uno de los mejores púgiles cubanos durante los últimos 5 años…

De visita en Las Palmas de Gran Canaria, me invitaron a compartir con amigos cubanos residentes allí y cuál no sería mi sorpresa al encontrarme con el Campeón Olímpico y Mundial de Boxeo, el pinareño Juan Carlos Lemus.

Se trata de uno de los mejores púgiles cubanos durante los últimos 5 años de la década de los 80 y los 5 primeros de los 90.

Nació el 6 de Mayo de 1965 en La Palma, Pinar del Río.

Recuerdo cuando debutó en la Copa Tele Rebelde de 1983, un evento para novatos. Causó una grata impresión al ganar el oro, por su técnica y pegada. Para entonces solo contaba con 18 años.

Ya en 1984, logró el título en el Campeonato Nacional Juvenil.

1985 fue un buen año para él. Todavía como juvenil: fue medallista de oro en el Ring Olímpico de Bulgaria, en el Juvenil de Schwering en la entonces República Democrática Alemana y en el Félix Stam de Polonia.

Lemus ganó todos los títulos que concede la Asociación Internacional de Boxeo Amateur (AIBA). Campeón Centroamericano en 1993, doble titular Panamericano 1987 y 1991, Ganador de la Copa del Mundo en 1990, además del título Olímpico en Barcelona 92 y el Mundial en Australia 91.

En los Juegos Olímpicos, Juan Carlos ganó 5 peleas, en la final derrotó al difícil holandés Orhan Delibas, por 6 a 1, pero lo más interesante es que en todos sus combates le marcaron en contra solo 5 golpes. Recuerdo esa pelea final frente al holandés porque tuve el privilegio de narrarla para la televisión.

En el Mundial de Sydney 91, ganó también 5 combates, el último por el oro frente al entonces soviético Israel Akopkokhyan, en ese momento titular del Mundial anterior.

Uno de sus mejores años fue 1986, donde ganó 16 peleas y perdió solo 3.

Fue otro de los púgiles que perdió la Olimpíada de Seúl 1988, al Cuba no asistir alegando solidaridad con la República Popular Democrática de Corea.

En el Centro Nacional de Entrenamiento de Boxeo, Gimnasio “Orbein Quesada” conocido como “la finca”, su entrenador fue el lamentablemente desaparecido Marcelino Buides. En esa Olimpíada de Barcelona 92, además de Lemus, otros dos de sus púgiles fueron medallistas de oro: el minimosca Rogelio Marcelo y el welter ligero Héctor Vinent.

Me sorprende ver a Lemus en Canarias, ya que desde su retiro en 1996 no tenia noticias de él.

-¿Vives aquí?

-“Si me casé en Cuba con una canaria y vine a residir aquí en Septiembre de 1999. Tengo una hija de 16 años y un varón de un año y dos meses”.

-¿Sigues vinculado con el boxeo?

“Si tengo un Gimnasio: “Olímpico Lemus”, donde además de entrenar boxeo se hace preparación física general. Asisten personas de todas las edades, no solo boxeadores”.

“El mejor boxeador profesional de Canarias, uno de los más destacados de España y Europa, lo entrené yo en mi Gimnasio, su nombre Ceferino Rodríguez, conocido como Ferino V. Fue 3 veces Campeón de Europa, España y Canarias”.

-¿Uno de tus grandes rivales en Cuba era el pinero Alfredo “el pulpo” Duvergel. En las peleas entre ustedes se veía más que una rivalidad deportiva?

“Si es que no solo éramos rivales en el ring, pues en la vida real no teníamos buenas relaciones”.

“Duvergel tenía un estilo raro, además de ser zurdo, trabajaba mucho con swines por eso le decían el pulpo, y se me hacía difícil”.

-Debemos señalar que Juan Carlos Lemus coincidió en ese momento con otros medallistas mundiales como Candelario Duvergel, Juan Hernández Sierra y José Luis Hernández. Fue la época de oro del boxeo cubano.

-¿Recibiste atenciones en Cuba como Campeón Olímpico y Mundial?

“Te diré que me prometieron un auto y nunca me lo dieron y la ayuda económica a los Campeones Olímpicos no la recibo por no residir en Cuba. Cuando te retiras te olvidan”.

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