El béisbol no siempre es justo y los que más batean no todo el tiempo son los que más carreras fabrican. Algunas veces por ineficiencia del equipo, otras, como en el último partido de la serie de fin de semana entre Houston Astros y Los Ángeles Angels, por mérito del rival.
Con el choque empatado a uno y a pesar de amenazar constantemente al abridor Tayler Anderson, conectándole cinco inatrapables y recibiendo par de boletos, apenas pudieron una sola carreras en sus tres entradas de labor.
Con la llegada del relevista José Soriano, los Astros volvieron a intentarlo, después de dos outs, con sencillo de Alex Bregman y boleto a Kyle Tucker.
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Con el choque empatado y en un turno de altísima responsabilidad, el cuarto bate José Abreu se metió en conteo de dos bolas y un strike ante los envíos del dominicano. Esperó su mejor envío y ante una recta supersónica de 98.5 MPH, el cienfueguero le pegó con contundencia por la banda contraria conectando un largo batazo.
Tras un impacto de 99.8 MPH de velocidad de salida, la bola recorrió una distancia de 368 pies por el jardín derecho. La pelota parecía se iba, pero Hunter Renfroe nunca la perdió de vista. Corriendo hacia atrás y pegándose a la cerca, dio un salto en el último momento y capturó la pelota que marchaba feliz y contenta por encima de la línea divisoria del home run.
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Renfroe salvó a Soriano, pues el batazo hubiera puesto el choque 4×1, pero gracias a sus excelentes dotes defensivos, el empate permaneció en la pizarra y en la baja de esa propia entrada, fueron los locales los que fabricaron un par de anotaciones y hasta el cierre de esta nota derrotaban a Houston 3×1 mientras se jugaba la parte alta de la quinta entrada.
Para Abreu hubiera sido el noveno jonrón de la temporada y las empujadas 50, 51 y 52, pero ya eso quedará para la anécdota.
Sin más, disfruten de la jugada…